Del líder de opinión al micro influencer
Cuando estaba en la universidad, se hablaba de ¨líder de opinión¨, un aliado de la empresa, que ayudaba a posicionar la marca y como consecuencia, lograba que la gente formara una buena opinión sobre la misma.
Si googleo líder de opinión, lo que aparece en wikipedia es: Un líder de opinión es una persona u organización que tiene la capacidad de ejercer influencia sobre las actitudes o la conducta de otros individuos, hacia ciertas formas de pensar o de actuar, en virtud de que es percibido por los demás como una autoridad o una fuente confiable de información, noticias, o reflexiones...
Este líder, podía verse reflejado en un deportista, un empresario, un conductor de tv, un periodista, para citar algunos, alguien que tenía el alcance suficiente como para influenciar a las personas.
A medida que pasó el tiempo se empieza a sumar el concepto de celebrities; personas famosas, reconocidas o personajes del momento que daban prestigio a las marcas (acá también surge la idea de embajadores: aquellos cuyos valores y accionar representaban los de la empresa y eran contratados para ser la imagen).
A esta altura, los líderes de opinión daban credibilidad y las celebrities, glamour y el deseo de querer ser.
Con el acceso a las nuevas tecnologías y los medios que empiezan a surgir ( así es, antes no existían las redes sociales, aunque usted no lo crea!), aparece un nuevo concepto que no se separa demasiado del líder de opinión, pero que se mueve en otro medio como son las redes sociales: los ya conocidos influencers.
Los influencers son personas que tienen muchos seguidores en alguna red social y que las empresas empezaron a ver como un nuevo medio de comunicación. Estos individuos, que suelen segmentarse por temas, son seguidos en las redes por personas que se sienten identificadas con ellos y que creen en lo que ellos son, muestran y les aconsejan.
Los influencers les dan a las marcas una visibilidad en redes sociales que de otra manera no tendrían y eso hizo que con el tiempo llegaran a formar parte de casi todas las estrategias de comunicación, evento de lanzamiento u otra acción, a la par de los celebrities y los líderes de opinión.
Cuando aparecieron las redes sociales, lo más importante era tener muchos seguidores, no importaba cómo, sólo había que tenerlos. Cuanto más eran, esa cuenta era más importante.
Actualmente ya no pensamos que cantidad es igual a calidad. Y de esto surge la necesidad de priorizar el engagement, es decir la relación que se genera entre las cuentas y sus seguidores.
Y así nace el concepto de micro influencers, personas que tienen menos seguidores, pero que generan ese clima de confianza con las personas que tienen del otro lado. Las personas que los siguen tienen gustos o intereses comunes y ahí es donde se centra su valor.
Es importante destacar que el nacimiento de cada una de estas nuevas influencias (o maneras de llamarlas) no hacen desaparecer las anteriores, es más conviven todo el tiempo y hasta algunas, se fusionan.
¿Que vendrá en breve?... pronto lo sabremos!