Democracia, modelo de la competitividad
Hoy conmemoramos el Día Internacional de la Democracia, el modelo que a nivel global ha dado señales de estabilidad que se reflejan en mayor competitividad y atracción de inversión para los países.
Democracia implica escuchar y respetar la voluntad de los ciudadanos con contrapesos y un marco legal e instituciones sólidas. Es decir, para aterrizar los beneficios sociales que busca el modelo, se requiere un balance entre los diferentes actores que participan de la sociedad, respeto al Estado de Derecho, reglas claras, transparencia y rendición de cuentas.
Por el contrario, la corrupción merma la consolidación de sistemas democráticos fuertes y efectivos. Combatir este lastre debe ser una prioridad para México, que de acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción, ocupa la posición 124 de 180 países, con una calificación de 31 puntos de 100, y un nivel alto de la misma.
No podemos perder de vista que en los últimos años, la posición de México en el Índice de Democracia, ha disminuido. Hoy ocupa la posición 72, de 165 países; en 2019 y 2018 se encontraba en la posición 71, y en 2017 estaba en el lugar 66. Ante estas noticias, en un momento crítico en el que no solo buscamos lograr una recuperación económica sostenible tras la pandemia, sino que queremos consolidar a México como un jugador competitivo frente al mundo, con la oportunidad de avanzar como bloque: México, Estados Unidos y Canadá.
El verdadero reto es estar a la altura, crear y mantener las condiciones que la inversión necesita para llegar, quedarse y seguir apostando por México: juntos, debemos seguir consolidando un país no solo de grandes ventajas y oportunidades, sino uno de certeza.
El respeto al Estado de Derecho está en el centro de la fórmula para sumar a México como socio confiable; con las condiciones antes mencionadas -transparencia, regulaciones y normas que se cumplan y sean predecibles en el tiempo-, además de una permanente colaboración entre gobierno, iniciativa privada y la sociedad civil.
Hoy más que nunca, la democracia y la competitividad deben orientarse a partir de una perspectiva social, donde sus beneficios impacten al bienestar de las personas.
Como comunidad de negocios, en AmCham contribuimos, llevando estos valores al centro de nuestro cumplimiento, en nuestros procesos, con nuestros proveedores y frente a nuestros clientes y colaboradores. Fomentando la ética, la no corrupción y una cultura empresarial que solamente acepta los más altos estándares.
Como voz de la inversión, nuestro ADN implica también promover la legalidad en diversos espacios para la construcción y respeto del marco jurídico, como base para consolidar el México que todos queremos: un México plural, de debate, de acuerdos y avance. Un México de Estado de Derecho.
Para más información, consulta la Declaratoria Anticorrupción de American Chamber/Mexico.
*Gustavo Almaraz Petrie, Presidente del Comité de Legalidad y Estado de Derecho de American Chamber of Commerce of Mexico.