Deporte de Resistencia y Confinamiento. Una sola experiencia.
¿Qué similitud puede haber en el deporte de resistencia con atravesar el confinamiento por una pandemia? Primero establezcamos una referencia. El deporte de resistencia regularmente se define como aquellas disciplinas que implican un cierto kilometraje o duración, sin embargo, dependiendo el punto en que cada uno comience su preparación física (seas atleta de alto rendimiento o un novato tomando nuevos hábitos saludables) el concepto de “resistencia” será distinto – así pueden ser 5K de carrera en ciudad u 80K de carrera en montaña. Y he aquí la primera similitud: cada uno estamos viviendo una pandemia de acuerdo con nuestro punto de partida, experiencia previa y contexto. Por tal motivo, no hay una receta que funcione para todos, así como no funcionaría un entrenamiento generalizado para diferentes tipos de atletas.
Ahora bien, aclarado el punto sobre el concepto de competencia de resistencia, lo ideal no es llegar al evento sin una planeación y preparación. Debe de existir un plan, por simple que éste sea. Una rutina que en los entrenamientos previos ya experimentaste, por ejemplo: el ritmo al que compites, tu hidratación, tu ropa, tu alimentación previa. Estuviste entrenando determinado tiempo, sumando minutos que se convirtieron en horas de experiencia, forzaste y seguramente rompiste tus límites. Eres un cúmulo de experiencias y cuentas con más habilidades que al inicio. Sigue tu plan de carrera (aislamiento, distanciamiento o confinamiento) pero si el plan A no funciona, cambia al B o al C – pero no pongas en riesgo a más competidores. Adáptate a las circunstancias y confía en tus habilidades – utilízalas – y también se vale improvisar.
Durante TU prueba, y aclaro que es sólo tuya, habrá instantes en que te sientas solo y el cuerpo probablemente te pida que pares. En algún punto será necesario hacer una pausa, y servirá para poder reprogramar tu mente para llegar a la meta. Visualiza lo positivo. No hagas cuentas de cuánto falta, piensa en lo que has recorrido hasta el momento y que disfrutarás el camino que falte. En otras palabras: no pienses en el pasado y no te rindas.
En este punto probablemente tu cuerpo ya no funcione igual, y tu mente que estuvo motivando y “jalando” a tu cuerpo, ya también comienza a agotarse. Tal vez te rebasen algunas personas. Recuerda, es SU competencia y es TU competencia; mismo recorrido diferentes experiencias. No te resientas si alguien muestra un mejor desempeño. Sigue disfrutando el recorrido y echa mano de tu tercer motor: el corazón. Busca en él los recuerdos y motivaciones que son la chispa en la oscuridad. ¿Cómo identificar un buen recuerdo? Invariablemente tendrás una pequeña sonrisa (al menos interior).
Bien, entonces no es de súper humanos un evento de resistencia. Tampoco implico que sea una tarea fácil dado que nuestro punto de partida, el día a día, habilidades y herramientas son diferentes. Entonces, ¿cómo puedo completar una carrera de resistencia? Hay estudios que coinciden y consolidan elementos vitales (objetivos y subjetivos) para atletas de élite y por increíble que parezca, son indicadores de la disponibilidad de afrontar un período de arduas sesiones. Los de mayor influencia son: calidad de sueño, estado anímico, duración del descanso y nivel de pulsaciones en reposo (este indicador está asociado con la salud en general del individuo) - en ese orden. Sorpresivamente los de más baja influencia en disponibilidad al trabajo son el estrés de vida y el dolor muscular. Bajo esta óptica, las excusas para alistarse y entrar en acción están más en el exterior y, en cambio, la buena disposición al esfuerzo está en gran medida en nuestro control.
Así pues, establezcamos nuestra propia disciplina, seamos pacientes con los resultados y disfrutemos el camino en las pruebas de resistencia. Revisemos y valoremos nuestras experiencias, busquemos en la mente nuestro combustible y pidamos refuerzos energéticos al corazón.