Derrotando al monstruo de la procrastinación una guía de supervivencia
La procrastinación puede parecer una criatura amenazante, siempre lista para robar nuestra preciosa energía y tiempo. Pero, ¿qué pasaría si tuviéramos un mapa y una brújula para guiarnos a través de este laberinto de inacción? Afortunadamente, hay un camino claro para vencer a este monstruo y salir victorioso.
Todo comienza con el autoconocimiento. Tenemos que identificar esas tareas específicas que nos llevan a caer en la trampa de la procrastinación. ¿Son tareas grandes y desalentadoras? ¿O son las pequeñas y tediosas las que nos alejan de la acción? Al conocer a nuestro enemigo, podemos prepararnos mejor para la batalla.
Una vez que identificamos lo que nos lleva a procrastinar, podemos empezar a desarrollar estrategias para enfrentarlo. Aquellas tareas grandes y aterradoras pueden parecer menos intimidantes si las dividimos en partes más pequeñas y manejables. Imagina que estás lidiando con un monstruo gigante. ¿No sería más fácil si pudieras desmontarlo en partes más pequeñas? Así, cada tarea pequeña se convierte en un enemigo más pequeño, mucho más fácil de derrotar.
Ahora, pongamos en práctica una regla de oro: afrontar primero los desafíos más difíciles. Al hacerlo, despejamos el camino de los obstáculos más grandes. Esto es como enfrentar a la bestia más aterradora al principio de la batalla. Una vez que la derrotas, las demás criaturas parecen menos amenazantes.
A medida que continuamos nuestra aventura, aprender a usar el tiempo es una habilidad esencial. Podemos crear un sentido de urgencia asignando un tiempo específico para cada tarea. Al hacerlo, el tiempo se convierte en nuestro aliado en lugar de nuestro enemigo.
A lo largo de este viaje, no olvides recompensarte por cada victoria, por pequeña que sea. Cada vez que derrotes a una parte del monstruo de la procrastinación, date una recompensa. Esto te dará un impulso de motivación para continuar.
Así que, ¿cómo convertirnos en maestros de la procrastinación? Aquí tienes una lista de tácticas que pueden ayudarte a derrotar a este enemigo formidable:
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Aborda las tareas más difíciles primero, para deshacerte de la ansiedad y concentrarte en las tareas más fáciles
Primeros 10 minutos: Inicia una tarea y dedícale al menos 10 minutos. A menudo, el simple acto de comenzar puede ayudarnos a superar la inercia inicial.
Recompénsate: Cada vez que completes una tarea difícil, permítete una pequeña recompensa. Esto puede servir como un gran motivador.
Prioriza: No todas las tareas tienen la misma importancia. Asegúrate de entender cuáles son las más importantes y concéntrate en ellas.
La Ley de Parkinson: Esta ley dice que el trabajo se expande para llenar el tiempo disponible para su realización. Así que establece plazos realistas y trata de apegarte a ellos.
Responsabilidad compartida: Si tienes un compañero de trabajo o un amigo que también está tratando de evitar la procrastinación, pueden hacerse responsables mutuamente de su progreso.