Desarrollo de Software: El ayer y el ahora
Blog escrito por Fabricio Jiménez, Digital Developer de CIBERIT.
En el mundo de la tecnología, la programación ha sido durante mucho tiempo la piedra angular del desarrollo de software. Sin embargo, en los últimos años, ha surgido un nuevo paradigma conocido como low-code que está transformando la forma en que se crean las aplicaciones.
En los primeros días de la informática, los programadores trabajaban directamente con el hardware a través de lenguajes de bajo nivel. Esto incluía el uso de código ensamblador, que se relacionaba estrechamente con las instrucciones de la máquina. Este proceso era muy complicado, tedioso y propenso a dar errores. Con el tiempo, surgieron lenguajes de programación de alto nivel, como Fortran, COBOL y C, que permitieron a los programadores escribir código más legible y menos dependiente del hardware específico.
Estos lenguajes abstractos simplificaron el desarrollo de software y ampliaron el acceso a la programación. Con la llegada de los Entornos de Desarrollo Integrado (IDEs), el proceso de programación se volvió más eficiente. IDEs como Eclipse, Visual Studio y IntelliJ proporcionaron herramientas que facilitaban la escritura, depuración y gestión del código. La programación tradicional implica escribir código complejo utilizando lenguajes específicos, como Java, Python o C++.
Este proceso requiere una profunda comprensión de la sintaxis del lenguaje, estructuras de datos, algoritmos y principios de ingeniería de software. Si bien ofrece un gran control y flexibilidad, también presenta una barrera significativa para aquellos que no poseen o cuentan con las habilidades técnicas necesarias para el desarrollo.
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Las plataformas low-code, como Power Apps de Microsoft, ofrecen una alternativa más accesible a la programación tradicional. Estas plataformas utilizan interfaces visuales intuitivas y herramientas de arrastrar y soltar, lo que permite a usuarios con poca o ninguna experiencia en codificación crear aplicaciones funcionales y atractivas. Sin embargo, también presentan desafíos, como las limitaciones en la personalización y el control sobre el código fuente. Power Apps se ha convertido en una de las plataformas low-code más populares, gracias a su versatilidad y facilidad de uso.
Permite crear aplicaciones móviles y web que se conectan a diversas fuentes de datos, como SharePoint, Excel y SQL Server. Además, ofrece una amplia gama de plantillas y componentes predefinidos que aceleran el proceso de desarrollo, de igual forma cuenta con una amplia gama de herramientas clave que enriquecen el desarrollo en este tipo de plataformas.
En el caso de Power Apps al estar en el ecosistema de Power Platform cuenta con extensiones como Power BI para la visualización y análisis de datos, Power Virtual Agents para la creación de chatbots inteligentes, Power Automate para la creación de flujos, Connectors para permitir la comunicación de las Power apps con distintos servicios y/o APIs y finalmente AI Builder para incorporar capacidades de inteligencia artificial solo por mencionar algunas.
La evolución de la programación, desde los lenguajes de bajo nivel hasta las plataformas low-code como Microsoft Power Apps, refleja un esfuerzo continuo por democratizar el desarrollo de software y hacerlo más accesible para una amplia gama de usuarios que no necesiten conocimientos avanzados de programación. Esta transformación no solo ha acelerado el desarrollo de aplicaciones, sino que también ha permitido a las organizaciones adaptarse rápidamente a las cambiantes demandas del mercado.
Si bien el low-code está ganando terreno rápidamente, la programación tradicional no desaparecerá por completo. Los desarrolladores expertos seguirán siendo necesarios para tareas complejas que requieren un alto nivel de rendimiento, seguridad y escalabilidad.
Sin embargo, es probable que veamos un escenario híbrido donde el low-code y la programación tradicional coexistan y se complementen. El low-code permitirá a una gran audiencia crear aplicaciones básicas de manera rápida y eficiente, mientras que la programación tradicional se reservará para proyectos más complejos y exigentes.