Descubriendo las Verdaderas Motivaciones de tu Equipo: Claves para un Liderazgo Efectivo

¿Te has preguntado alguna vez qué impulsa realmente a tu equipo a dar lo mejor de sí mismos? A lo largo de mi carrera he ido desarrollando un liderazgo transformacional que se basa en 4 pilares:

(a) Motivación inspiradora. Al articular una visión que es atractiva e inspiradora para aquellos que trabajan contigo y que en definitiva han creído o creen en mí se genera una nueva dinámica: un círculo virtuoso creativo y en movimiento que nos hace ser mejores a cada uno de nosotros.

(b) Influencia Idealizada. Lo que verdaderamente importa es que todos los que están alrededor perciban que das lo mejor de ti mismo, que estás ahí hasta el final y que mantienes una buena conducta. Parece obvio, ¿verdad? ¿Quién no lo haría? Llevarlo a cabo de manera real, efectiva, transparente y consistente es una hazaña propia de caballeros cruzados en este mundo gobernado por la inmediatez. La digitalización líquida, poco profunda, nos inunda. Comportarse de una manera admirable que haga que otros se identifiquen con el líder implica ser sistemático en el uso o adopción de un conjunto de valores que son sustento de la persona y base de la organización. El verdadero líder es coherente entre lo que piensa, dice y hace. La coherencia motiva; es atractiva, incluso seductora. Uno quiere estar cerca de alguien coherente e impregnarse de su mensaje para formar parte de algo trascendente y trascenderse así también a sí mismo para dar valor a los demás en lo que hace.

(c) Estimulación Intelectual. Esto se consigue con una actitud de desafío, de cuestionamiento razonado, asumiendo riesgos y solicitando las ideas de los demás. Las mejores ideas salen de equipos que preguntan, cuestionan la realidad y usan el pensamiento lateral en un brainstorming asertivo. ¿O es que el jefe siempre va a tener razón? Por supuesto que no. De hecho, el jefe es el director de orquesta. Yo prefiero que mi violinista solista sea capaz de tocar melodías con precisión y armonía mejores que las que yo pudiera realizar. Él simplemente me necesita para responder preguntas: cuándo, cómo, con quién…

(d) Consideración Individualizada. He descubierto que entender las motivaciones intrínsecas de cada miembro del equipo es esencial para cultivar un ambiente de trabajo en el que todos prosperemos. El líder forma parte del equipo. La pregunta no es ¿cómo motivo yo a mi equipo? sino ¿qué es lo que motiva al equipo? Esta última es mucho más interesante, generosa y colaborativa. Aquí te comparto algunos consejos prácticos para llevar a cabo esta consideración individualizada:

Escucha Activa y Empatía: ¿Cuál es la escucha activa de la que tanto se habla? La respuesta es extraordinaria por lo sencilla que es: escuchar al otro cuando habla, sin más. Normalmente, cuando el otro habla nuestra mente está formándose ya una opinión o un juicio, o elaborando el argumento de lo próximo que vamos a decir. El ego toma el volante y se desprende de la curiosidad de conocer los matices que desprende el mundo de la persona que tenemos delante. Haz preguntas abiertas y demuestra empatía hacia las preocupaciones y aspiraciones no sólo de las personas de tu equipo, sino también de tus compañeros y de tu propio jefe. Esto te ayudará a comprender qué es lo que realmente los impulsa; la dinámica de tu trabajo mejorará tremendamente. De hecho tú mismo te sentirás más pleno.

Conversaciones Individuales: Si te es posible, programa reuniones individuales con cada persona para discutir sus metas profesionales, intereses e inquietudes. No te centres solo en lo profesional. La típica frase de «no es personal, es profesional» es una falsa armadura imposible de creer. ¿Acaso es diferente la Carmen que está en el Ministerio de la que llega a casa? Puedo hablar diferentes registros, pero mi esencia no cambia. Conocer a un nivel más profundo a las personas te permitirá adaptar tu enfoque de liderazgo de manera consistente a dicho conocimiento.

Reconocimiento Personalizado: Una vez que hayas identificado las motivaciones individuales de cada cual, reconoce y celebra sus logros de manera personalizada. Ya sea a través de elogios públicos, oportunidades de desarrollo o la asignación de proyectos que despierten su pasión: demuestra que valoras su contribución como única, porque así lo es.

Fomenta un Sentido de Propósito: Conecta el trabajo de las personas con la misión y visión de la organización. Somos parte de algo más, de un todo que contribuye a mejorar la sociedad y que tiene un propósito: el de aportar valor. Cuando comprendamos el impacto positivo que no solo nuestro trabajo sino nosotros mismos podemos tener en la vida de otros estaremos más motivados y así daremos lo mejor de nosotros mismos.

Recuerda: descubrir y aprovechar las motivaciones de un equipo no es un proceso estático, sino una práctica continua de comprensión y adaptación. Al invertir tiempo y esfuerzo en entender qué impulsa a cada persona estarás construyendo un equipo de alto rendimiento. Comprometido, productivo y feliz. ¡Atrévete a ser el líder que se transforma a sí mismo y a los demás en una versión mejorada que ofrecer al mundo y a su organización! Al final, la pregunta es siempre la misma: ¿cuán grande quieres ser?

#Liderazgo #Motivación #DesarrolloPersonal #Equipo #Innovación