Descubrimiento histórico en las obras de La Rambla de Barcelona: encuentran una muralla medieval y un portal de la ciudad
Las obras de reurbanización de La Rambla de Barcelona han topado con un descubrimiento histórico: un tramo de una muralla medieval y un portal de entrada a la antigua ciudad del medievo. El hallazgo de estos "restos arqueológicos significativos" se ha dado en el extremo norte de La Rambla, cerca de la plaza de Catalunya, y en la calle Escudellers, que cruza la plaza del Teatre.
El Servicio de Arqueología está trabajando para documentar un descubrimiento que podría datar de entre los siglos XIII y XIV. El acceso a la capital catalana encontrado, en la calle Escudellers, correspondería al Portal de Trentaclaus o de los Ollers que, según la información histórica, el rey Pere II el Gran mandó construir durante una confrontación con Francia en 1285.
Las obras han permitido también documentar el tramo de la muralla medieval, hallado cerca de la plaza de Catalunya, de mediados del XIV y de hasta tres metros de altura. Lo mandó reforzar el Consell de Cent a raíz de un conflicto bélico con Castilla.
Según ha detallado el Ayuntamiento de Barcelona en un comunicado, estos hallazgos "aportan información valiosa sobre la historia de Barcelona y enriquecen el patrimonio cultural y arqueológico de la ciudad, ofreciendo una visión más detallada de su evolución". Las excavaciones siguen en marcha, por lo que no se descarta encontrar más restos arqueológicos.
Irene Cruz, directora de la excavación, ha destacado que estudiar estos hallazgos tiene "su complicación", pero hace posible "escribir de forma muy específica toda la historia de Barcelona".
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Los orígenes
Según la información histórica y arqueológica, en 1285, durante una confrontación con Francia, el rey Pere II el Gran ordenó la fortificación urgente de Barcelona con muros de tapia y torres de madera, excepto por la parte del mar. Finalizado el conflicto, el Consell de Cent asumió la tarea de fortificar debidamente la ciudad, y esta fue la primera gran obra pública a cargo de esta institución. El nuevo lienzo defensivo incluyó portales ya existentes como Boqueria, Portaferrissa o Jonqueres, y añadió otros, como el Portal Nou en 1295.
La Rambla formaba parte de este perímetro amurallado de principios del siglo XIV, que incluía zonas como las plazas Catalunya y Urquinaona, el paseo de Sant Joan, la calle Trafalgar, el Arc de Triomf y el parque de la Ciutadella.
Con motivo de otro conflicto bélico, esta vez con Castilla en 1357, el Consell de Cent decidió mejorar las murallas de finales del siglo XIII. Esto incluyó la adquisición de tres canteras en la montaña de Montjuïc y el refuerzo del perímetro de la ciudad vieja, exceptuando el Raval. Los trabajos constructivos en La Rambla fueron especialmente complejos e incluyeron el traslado de una riera.
CARLA MERCADER / CESAR MARTINEZ