Desde el SER para el poder HACER

Hoy 15 de abril de 2023, es mi último día de estos 49 años recorridos durante este camino llamado vida. Mañana 16 de abril de 2023, comienzo a vivir mi año 50.

Llevo varios días de introspección, reconociendo como ha sido esta primera, como digo, etapa de mi vida. Estoy en un momento de transformación personal. Múltiples factores se conjugaron en el instante justo y preciso, para que yo empezara a salir inconscientemente de mi zona de confort a la que he estado acostumbrada por varias décadas.

He tenido una vida maravillosa. Como todo ser humano he vivido en una permanente montaña rusa de experiencias, emociones, situaciones, momentos de plenitud, momentos dolorosos, auges, crisis, pero por eso mismo puedo decir que ha sido maravillosa. Porque de todas y cada una de ellas he sentido, he reído, he llorado, he crecido, he aprendido, he evolucionado y me han llevado a donde estoy justo hoy a un día de mi cumpleaños.

Sin pensarlo a conciencia, mi alma comenzó a trascender hacia nuevos destinos, con mi cuerpo y mi mente aún acá en tiempo real. Esto ha sido un despertar de aquella conciencia, dejándome simplemente llevar y fluir al ritmo que deba ser. Sin prisa y sin afán como suelo vivir.

Me estoy tomando el tiempo por primera vez para decantar y depurar todos aquellos miles de pensamientos que se cruzan entre sí en mi cabeza de forma permanente.

Me estoy tomando el tiempo para analizar de dónde vengo, dónde estoy y para dónde voy. Observando desde afuera, hacia dónde es que mi alma me está indicando que debemos estar, para ser racional y tomar decisiones con calma y sabiduría desde la madurez que me ha dado esta última década.

Mis hijas han sido hasta el momento mi mayor creación. Pero hoy puedo contar que he logrado mi más preciado sueño, ser escritora y tener mi primer libro aún no publicado, pero ya escrito y diseñado en su totalidad, esperando salir al mundo el día y a la hora que le corresponda. Y se ha convertido en mi segunda mayor creación. Es el hijo que nace para esta nueva etapa de mi vida. Me siento demasiado orgullosa de mí misma por haberme cumplido ese sueño.

Un libro que comenzó sin ser libro. Simplemente un escrito que fui plasmando en palabras desde una catarsis que necesitaba hacer a nivel personal y que por aquellas cosas mágicas que suceden todos los días, esta catarsis se convirtió en algo más allá de lo que yo misma me hubiera podido imaginar ni en mis más locos sueños.

Tres escritos de diferentes temas que tenía en el tintero, me dieron la luz para unirlos en uno solo. Porque esos temas son los que me hacen a mí. Son los que me integran en un solo ser.

El día que los uní en forma de cuento en una sola historia, me encontré conmigo misma. Fue un momento de mucha paz interior. Fue conectarme desde la mente, el alma, el corazón y el cuerpo, por fin. Fue un renacer espiritual, es la mejor forma que puedo describirlo.

Un libro que, sin estar publicado, me está llevando a dónde el alma me pide que vayamos. Un libro que, sin aún estar abierto, me está abriendo puertas, me está poniendo de frente muchas oportunidades de las cuales no era consciente que quería hacer, pero desde el inconsciente sé que estaban ahí para llevarme a otro nivel a partir de ahora.

Estos días de depuración mental, me sirvieron para definir exactamente a qué quiero dedicarme a partir de ahora, canalizando mis energías para lograrlo. Seguir haciendo lo que más me apasiona hacer y además construir un mundo nuevo de posibilidades con todo aquello que estaba por ahí pero que es hora de llevarlo a ese otro nivel.

Con estas palabras cierro mi primera etapa de vida. No si antes agradecerles a todos mis seres espirituales y terrenales, que han sido parte de ella. Sin ellos, yo no estaría hoy acá, como estoy y quién soy.

Ahora sí... ¡Llego el momento de comenzar a transitar nuevos rumbos!