Desenamórate de tu Transformación

ESTE 2019 SE CUMPLIRÁN 500 años de la muerte de Leonardo Da Vinci. Leonardo, al igual que muchos grandes en la historia del mundo, era una persona sobre todo curiosa. Pero uno de los rasgos más fascinantes y que menos se remarcan en sus biografías, fue su habilidad para desenamorarse de sus ideas. Esto le valió, en gran medida, para sacar adelante muchos de sus grandes inventos.

Desenamorarte de tus ideas significa que aceptas que son mejorables. Significa que puedes escuchar cualquier argumento a favor o en contra sin reticencias y, sobre todo, significa que puedes enriquecerlas hasta convertirlas en ideas más potentes. 

En el mundo del emprendimiento, uno de los grandes consejos que cualquier emprendedor exitoso te dará, es desenamorarte de tu idea. De esta forma, dicen, eres mas susceptible a considerar mejoras o incluso descartar ideas antes de que sea demasiado tarde y cueste una fortuna. Es lo que Eric Ries —creador de Lean Startup— entendió a la perfección y pulió en su modelo.

¿Por qué no aplicar esta filosofía a las transformaciones organizacionales? Si nos desenamoramos de nuestras ideas de transformación, podremos, al igual que Da Vinci y al igual que muchos emprendedores exitosos, sacar partida de las opiniones y argumentos que nos dan otras personas para mejorar las ideas de transformación e incluso descartar muchas que no sirven o no encajan en el contexto antes de que sea demasiado tarde.

Da Vinci se enfrentaba continuamente al escrutinio de todos sus inventos. Según cuenta su biógrafo, Vasari, la creación de su obra más famosa —Hombre de Vitruvio — pasó por reiteradas discusiones y aprendizajes con un distinguido matemático de la época de nombre Luca Pacioli, del que aprendió matemática y geometría, lo cual le sirvió para perfeccionar y potenciar su obra.

Aprendiendo a desenamorarnos de nuestras ideas de transformación, podremos, además, desarrollar un pensamiento más filosófico y menos ideológico de las transformaciones organizacionales. A diferencia de los pensamientos ideológicos en dónde crees que tienes todas las respuestas y, por tanto, ignoras toda evidencia y argumentación, en los pensamientos filosóficos estás abierto al debate, al error, a los argumentos, a la evidencia, y esto significa estar abierto continuamente al aprendizaje. 

Desenamorarte de tu transformación es el primero paso para aplicar la mejora continua a un mundo de transformación organizativa que, tarde o temprano, impactará los cimientos de todas las compañías del mundo.

Este 2019… ¡te invito a desenamorarte de tu transformación!