💓 DESEO, EMBARAZO, CRIANZA Y ALTA SENSIBILIDAD 💓
🫶🏽 Existen diferencias notables entre el deseo inicial de convertirnos en madre (o su ausencia), el embarazo y la crianza.
Más aún, durante toda nuestra vida, quienes tenemos una disposición neuro-sensorial y heredada a captar los estímulos con mayor intensidad, funcionamos de una manera muy distinta que el resto de la sociedad. Como personas, como mujeres y como madres también.
Saberlo es el primer gran paso.
Luego de iluminarnos con el saber de que lejos estamos de haber venido falladas, y a un ritmo muy personal, podremos ir integrando nuestra verdadera esencia y dándonos cuenta que todo aquello que alguna vez nos dijeron o sentimos que estaba mal, que no era adecuado o que era símbolo de debilidad, es parte de mi propia sensibilidad, de la manera en que mi propio cerebro procesa toda la información que ingresa.
En cambio, lo que no nos viene dado por disposición genética o cerebral y que si podemos elegir, es la manera en que gestionamos todo aquello que nos sucede.Tanto en el plano mental, emocional y de la acción. Como madres también podemos hacerlo.
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🫶🏽 En relación al deseo de la maternidad, éste puede estar cargado de emociones intensas, preocupaciones y un sin fin de pensamientos (tanto positivos como rumiantes y negativos) que tienen que ver con la planificación, las posibilidades, la visualización de un futuro posible o aún inexistente.
Sumado a lo que sentimos internamente, podremos experimentar al mundo externo un tanto abrumador. Expectativas sociales y familiares de todo tipo sobre cuándo, cómo y de qué manera ser madre.
Opiniones cargadas de sentimiento y de prejuicio que podemos captar en profundidad. Recibo toda esta información. Aveces hago un esfuerzo adicional por entenderla y luego ordenarla en mi cabeza. Esto puede resultar algo pesado si no logro darle prioridad a mis necesidades.
🫶🏽 Durante la etapa del embarazo, las emociones afloran aún con mas fuerza. El cuerpo prepara sus hormonas para la formación y la llegada del bebé y junto a este cocktail hormonal, nuestro cuerpo cambia notoriamente y también la forma de verme a mi misma. Notamos que la ropa de antes ya no nos entra, que necesitamos quizá algo mas cómodo, los pies se nos pueden hinchar y podemos pasar por etapas de mucho cansancio, necesitando dormir con mas frecuencia.
Con todo ello, nuestra propia sensibilidad nos acompaña para hacer la experiencia un poco mas intensa. Ni buena ni mala. Intensa. Esa sensibilidad puede tomar una carga realista permitiéndome disfrutar de ese florecer en el propio cuerpo o negativizar al extremo todo aquel malestar propio y necesario del embarazo.
🫶🏽 Durante la crianza se continúa el largo camino de construcción de la propia identidad maternal. Lo que significa para mí ser madre. Muchas veces ésta construcción puede estar cargada de expectativas (tanto internas como externas) en relación a lo que es ser una buena o mala madre. La sensibilidad en este sentido, puede ser un aliado o un gran enemigo en función del conocimiento que tenemos de las propias capacidades/debilidades y la manera en que vivimos y respondemos a las expectativas externas, lo que me esta demandando la familia, los amigos y la sociedad en general.
🫶🏽 La sensibilidad se puede ver intensificada tanto con la eclosión hormonal como por las demandas internas y externas. Sin embargo, la propia sensibilidad, no es determinante de mis vivencias, tampoco es el problema (si lo hubiera), ni el causante de mi malestar en la crianza.
🫶🏽 Lo importante es saber que la sensibilidad está y aprender a vivir con ella, dándole prioridad a mis necesidades y eligiendo como actuar en consecuencia.
🦋 María Verónica Carrasco🦋