Design Thinking: El pensamiento que innova y construye

En el sector empresarial se han implementado métodos que permitan innovar y desarrollar mejores tácticas o estrategias. El Design Thinking es una herramienta que se ha usado desde hace varios años, sin embargo, no todos la conocen o algunos creen que no puede ser aplicada a su negocio.

El método Design Thinking permite entender las necesidades de los usuarios, según los productos o servicios que ofrece, para satisfacerlas. En este proceso, el usuario hace parte de la construcción de la idea. Esta forma de pensamiento proviene de los diseñadores; ya que a través de su sensibilidad hacen coincidir las necesidades identificadas con elementos factibles y viables. De esta manera, una estrategia de negocios se convierte en una gran oportunidad para el mercado.

Ahora bien, muchas personas creen que por ser un pensamiento proveniente del área de diseño no es aplicable a su organización. Sin embargo, esta disciplina o método se convierte en un gran aliado para las empresas de cualquier sector y de cualquier campo. Por ejemplo, esta herramienta puede ser utilizada en el desarrollo de productos o servicios, en la mejora de procesos o incluso en la definición de modelos de negocio.

El Design Thinking debe cumplir con tres premisas claves: en primer lugar, debe ser viable, nuestra creatividad nos debe llevar a lugares que abran las puertas a la innovación; y por último, debe encontrar un balance entre lo que su cliente busca y lo que en realidad necesita.

Así mismo, este poderoso método cuenta con 5 etapas clave para llevarse a cabo:

1. Empatía. Muchas veces se ha escuchado el término pero entenderlo no ha sido fácil. En el proceso, usted debe “ponerse en los zapatos del otro." Experimente de primera mano lo que viven y sienten sus clientes ya que así, podrá entender mejor sus necesidades, problemas y deseos.
2. Definir el problema. Teniendo claras cuáles son las necesidades de los usuarios o clientes, se debe definir cuáles son las áreas de oportunidad y qué problema es el que se quiere solucionar o la necesidad que se quiere suplir.
3. Ideación. En esta parte del proceso lo importante es no limitarse a una sola posibilidad. Existen múltiples soluciones que usted puede llevar a cabo. Elimine cualquier juicio de valor que le impida aceptar ideas que aporten a la solución. En muchos casos las ideas más descabelladas son las más acertadas.
4. Prototipo. Ahora es momento de construir soluciones tangibles, bien sea de forma física o digital. No importa si el producto será un bien o servicio. En esta etapa, lo importante es que estas ideas cobren vida y se realicen ajustes graduales al prototipo, en caso de que se requiera, sin incurrir en costos elevados.
5. Evaluar. Finalmente, después de un proceso de investigación y modelado, el usuario debe interactuar con el prototipo. A partir de esta evaluación se obtiene retroalimentación y según sea el caso, se realicen mejoras para perfeccionarlo.

Hoy en día, este método es imprescindible en la organización para llevar a cabo un sin número de soluciones que aporten a la creación de un nuevo proyecto o incluso, iniciar un negocio. Se concibe el Design Thinking como una forma de aprender mientras se buscan soluciones que se adapten mejor a las necesidades de sus usuarios, a través de un proceso de prueba y error que lo abrirá hacia la innovación.