DESIGUALDAD Y FEMINISMO: SER O NO SER ¿ES ESA LA CUESTIÓN?

La palabra feminismo tiene un problema bajo mi punto de vista: que acaba en "ismo".

En nuestra sociedad, en nuestra cultura, las palabras que acaban en "ismo" suelen tener connotaciones negativas para gran parte de la población: "fascismo", "comunismo", "nazismo", "racismo", “terrorismo”; las cuales tienen en común que son movimientos excluyentes.

Por supuesto, también hay palabras positivas como "civismo".

Si te pregunto si tú eres feminista a lo mejor me dirás que no. A las palabras acabadas en "ista" les sucede lo mismo que las que acabamos de ver ("fascista", "comunista", "machista"...)

Ahora bien, si te pregunto si estás a favor de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y eliminar la dominación y violencia de los varones sobre las mujeres y de los roles sociales según el género (Wikipedia), a lo mejor ya no lo ves tan mal.

Seguramente es la última parte, la de los roles de género la que te ofrezca más dudas.

A lo mejor piensas que, por suerte, en nuestro país, en nuestra sociedad desarrollada, las mujeres tienen poco de lo que quejarse ya que aquí la ley es igual para hombres y mujeres y persigue la discriminación. Por lo tanto, hay igualdad.

Luego volveremos a nuestro país, pero ahora vamos a darnos un paseo por el mundo. La realidad es la siguiente:

NO EXISTE NI UN SOLO PAÍS EN EL MUNDO EN EL QUE NO HAYA DESIGUALDAD REAL ENTRE HOMBRES Y MUJERES

Ahora bien, si has nacido en un lugar (país o barrio) pobre, la desigualdad será mucho mayor.

Hay que recordar también una verdad aplastante:

EL LUGAR EN EL QUE NAZCAS PREDICE MEJOR TU FUTURO QUE CUALQUIER OTRO FACTOR

Es decir, a mayor pobreza, más desigualdad en general, y por lo tanto más desigualdad entre mujeres y hombres.

Luchar y estar a favor de la igualdad entre hombres y mujeres (feminismo), es estar, por ejemplo, en contra de:

• La mutilación genital femenina en el mundo (ablación de clítoris) para que no sientan placer y garantizar así que solo practiquen sexo para complacer a sus maridos y para tener hijos.
• También lo es manifestarse en contra de los matrimonios acordados de niñas.
• Es estar en contra de que muchas niñas no puedan estudiar solo por el hecho de ser niñas.
• Es estar en contra de la explotación de las niñas y de las mujeres.
• Que no las violen ni las vendan.
• También es estar en contra de la violencia (de cualquier tipo), sobre las mujeres.

También es estar a favor de que puedan participar en la vida política, que puedan acceder a servicios financieros, es decir, que se puedan abrir una cuenta en el banco o pedir un préstamo, que tengan libertad para comprar y vender bienes sin la autorización de un hombre, etc.

Además, es estar a favor de dos temas clave: la planificación familiar y la corresponsabilidad.

PLANIFICACIÓN FAMILIAR

Respecto a la planificación familiar, resumiendo mucho, se consigue pudiendo decidir tomar la píldora anticonceptiva y tener los recursos necesarios para conseguirla.

El gran problema de las zonas pobres (países y barrios) es que las mujeres tienen hijos de manera descontrolada. Eso acarrea muchas consecuencias.

Piensa en cómo sería tu vida si tú, o tu pareja, se hubiera quedado embarazada con 15 años. Luego otra vez con 17, luego otro con 19, y otro con 20 y otro con 22, y otro y otro. Piensa en si podrías haber estudiado, piensa en si podrías haber trabajado, piensa en cuánto dinero tendrías, piensa dónde y cómo vivirías, piensa en el tiempo libre del que dispondrías, piensa en cómo estarías con tu pareja.

Piensa, en definitiva, si existiría la posibilidad de que fueras feliz y disfrutaras de la vida sabiendo que, en cada momento, en cada instante, tienes que estar pensando en cómo sacar adelante a tu gran familia. A lo mejor, en estas condiciones tan dramáticas, en la que ves a tus hijos enfermar por hambre y no puedes acceder a un hospital, incluso tú te plantearías en vender a una de tus niñas.

Puede que esto te parezca de otro planeta, pero no. Esto sucede cada día y luchar contra ello es ser feminista. Tal vez pase en otro lugar y es ajeno a ti, pero eso es solo porque:

has tenido la enorme, la gigantesca suerte de nacer en este lado del tablero. No has hecho nada para merecer esta suerte, esta casualidad.

Luchar contra todo esto, manifestarse contra la desigualdad, contra la violencia y los asesinatos de las mujeres a manos de hombres es ser feminista.

EXTREMISMOS

Ahora bien, las palabras son importantes y, a veces, hay gente que quiere adueñarse de ellas.

En el movimiento feminista, como en cualquier otro, existen entre sus filas algunas facciones extremistas. Con el apoyo de los medios de comunicación, muchas veces irresponsables, estos grupúsculos de mujeres verbalmente violentas y con un discurso rupturista en vez de integrador, se adueñan de la significación "feminista" y, las personas asocian feminismo a radicalidad y rupturismo, y, en definitiva, a bandos: “estas conmigo o estás contra mí”.

Que quede bien claro que no juzgo a nadie. En cualquier cuestión hay que tener la empatía suficiente para entender a todo el mundo. Y seguramente este colectivo de mujeres más radicales cumplen la función de agitar conciencias y dar voz a mujeres que lo necesitan.

Ahora bien, también pueden asustar y generar rechazo.

En la desigualdad (y en los conflictos) siempre hay dos temas de base: poder y miedo.

Si la gente percibe que el feminismo lo que busca es poder para desbancar a los hombres y someterlos, generará el efecto contrario y muchos hombres y mujeres no se sumarán.

Todo proceso de cambio genera resistencias, las cuales deben conocerse y ser desactivadas, principalmente, a través de la palabra y la empatía.

Si las feministas más radicales no empatizan con el miedo al cambio de los hombres y de muchas mujeres, que no se olvide, tardarán más en conseguir el objetivo y generará más reacciones opuestas

Los movimientos de la calle deben estar siempre acompañados por educación e información de calidad, apoyada en datos y, sobre todo, que muestre los beneficios de una verdadera igualdad real. Juntos hemos conseguido mucho. Hemos avanzado mucho en igualdad de oportunidades tanto a nivel local como a nivel mundial, pero eso no debe servir de consuelo ni debe ser una excusa para negar la realidad.

EMPRESAS

Aquí, por ejemplo, en España:

• La diferencia salarial está alrededor del 12% (brecha salarial ajustada)
• Las mujeres tienen un mayor peso en ocupaciones con salarios bajos.
• Las mujeres tienen una presencia reducida en los puestos de dirección de las grandes empresas.
• Las mujeres cuentan con un porcentaje de contratos temporales y a tiempo parcial tremendamente superior al de los hombres.

Así podríamos continuar con muchos datos más que se pueden consultar en el INE.

Por lo tanto, la desigualdad de oportunidades entre hombres y mujeres es una realidad en el mundo y, también lo es en nuestro país.

SOLUCIONES

Para superarlo, para alcanzar la igualdad real, bajo mi punto de vista, se deberán seguir dos premisas:

1) Vencer el miedo: de dos formas. En primer lugar, los hombres deben vivir la igualdad como una oportunidad también para ellos. Para que eso suceda las mujeres y los hombres comprometidos con el feminismo, es decir, entre la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, deben explicar muy bien la oportunidad y los beneficios que conlleva desactivar cualquier desigualdad.

Incluir a las mujeres de manera real en la toma de decisiones de las empresas, política, etc., nos enriquece porque seguro que va a aportar otra visión más completa de cualquier situación. Es importante que en los trabajos que estén masculinizados (ingeniería, construcción, tecnología…) o feminizados (limpieza, auxiliares, enfermería…), se camine hacia la igualdad y se equilibren.

Respecto a la tecnología, cobra incluso mayor importancia ya que en ámbitos como, por ejemplo, la inteligencia artificial (IA), el porcentaje es muy bajo y eso tiene

repercusiones directas debido al impacto que dicho campo está teniendo, y va a tener en nuestras vidas.

Las aplicaciones, algoritmos, empresas e instituciones que trabajen con IA deben enriquecerse sumando a las mujeres en la toma de decisiones para que los productos que generen estén diseñados desde una perspectiva que las incluya. Este tema de crucial importancia merece en sí mismo una reflexión por separado (a ver si más adelante me animo).

2) Mostrando empatía: los hombres deben empatizar con las mujeres en muchos de los temas que les hacen daño (brecha salarial, violencia, trabajo no remunerado, etc.). A su vez, del mismo modo, el feminismo como movimiento debe incorporar a los hombres, no solo de cara a la galería como una victoria, sino como una verdadera oportunidad de dar voz al miedo al cambio, a las resistencias y para buscar un espacio de convivencia sano y productivo.

CORRESPONSABILIDAD

Todos, juntos, debemos apelar a la corresponsabilidad, tanto de manera social (política instituciones, educación, movimientos, etc.) como a nivel particular, es decir, en cada casa.

Tenemos que reconocerlo, y, además, los datos en este sentido también son incontestables.

Las mujeres realizan en el mundo tres veces más horas de trabajo no remunerado que los hombres

En España está alrededor de dos veces más. El trabajo no remunerado hace referencia al trabajo en casa, es decir, a limpiar, comprar, hacer la comida, cuidar de los niños, acompañarlos al cole, cuidar a familiares, etc. Esto sucede incluso cuando la mujer trabaja también de forma remunerada.

Basta hacer un simple ejercicio: tomad como ejemplo toda esta semana y, anotad el tiempo que habéis dedicado a trabajar de forma remunerada y de forma no remunerada (compra, comida, limpieza, camas, vestir a los niños, elegir la ropa, acompañar al cole o médico, etc., etc.). Anotad también el tiempo que habéis dedicado a descansar y a ocio (ver la tele, amigos, cenas, siesta, leer, etc.).

En algunos casos seguro que algunos hombres hacen más, en otros estarán igualados, pero, en el mundo y en nuestro país, de media las mujeres trabajan mucho más y tienen mucho menos tiempo de ocio y descanso. Esto empeora, claro está, en entornos marginales y de menor poder adquisitivo, es decir, en aquellas familias que no pueden permitirse ayudas como una persona que vena a limpiar la casa, cenar o comer fuera, etc.

Lo dicho, para terminar, la corresponsabilidad en el día a día es el camino inicial.

Para que se genere un cambio efectivo y duradero debemos ir al inicio de los problemas, en este caso a la desigualdad y, al miedo y las luchas de poder como causas

Como soluciones, además de los impulsos sociales se debe actuar siempre con empatía y tratar de incluir en vez de excluir.

Yo no soy ningún ejemplo de nada, tengo mucho que mejorar y corresponsabilizarme, pero, algo me dice que este es el camino correcto. Simplemente cuento mi opinión a día de hoy, desde mi punto de vista, tratando de no ofender a nadie, sé que eso no siempre es posible pero no sé contarlo de otra manera.

Que tengáis una feliz semana.

Alfonso.