Dicen que La Pared está Sucia
Sólo para Valientes…
Muchos clientes llaman para decirme “tengo este problema, ¿cuál es la solución?” Y entonces podría decirles, “¡esta es la solución, yo sé cuál es!” Pero eso sería mentirles. La verdad es que no lo sé. Lo que sí sé es que he aprendido a ayudar a mis clientes a descubrir cual es SU solución y a trabajar en ello.
Unas noches atrás mis hijos me preguntaron acerca de la diferencia del trabajo que realizo con Genuine ContactTM con el que hacen muchos otros consultores. Me hicieron pensar… y entonces vi la pared que tenía a mi lado, lisa, pintada, limpia. Y recordé otra que había visto recientemente, sucia, llena de hongos y moho. Y entonces pude hablarles de lo que sucede cuando tenemos una pared sucia, percibimos que algo más está sucediendo, pero para salir del paso, la hemos limpiado y al cabo de pocos días, se vuelve a poner negra, así que llamamos a algún “experto” y este nos dice: “Lo que hay que hacer es pintar la pared y yo tengo la mejor pintura del mercado”.
El experto pinta y pasan unas semanas, quizás un mes y la pintura se resquebraja, comienza a caerse de la pared y ésta sigue negra.
Cuando me llaman a mí, esto es lo que sucede: acompaño a mi cliente a observar la pared, le pido que reflexione y me diga qué cree que sucede. El cliente ya tiene la intuición de que hay que ir más allá. Pero esto lo puede asustar. ¿Cuánto cuesta? ¿Cuánto tiempo? ¿La suciedad mientras se arregla? Se les olvida que ese negro es peligroso para su salud, que puede hacer que la pared se desmorone, se pudra y se caiga.
Así que mi trabajo está enfocado en los valientes, para quienes están dispuestos a ver más allá, quienes piden ayuda para tener la fuerza necesaria para mirar lo que haga falta y luego hacer el trabajo. Mi función es ayudarles a ver que más allá de la suciedad, quizás hay una filtración, pero que también hay un plano perfecto de salud, luz y sabiduría. Que se puede raspar la pared, se puede romper un poco la pared para determinar si es solo la humedad del clima o es quizás una tubería que hay que ajustar o cambiar. Que se puede entonces ejecutar lo necesario… ¿plastificar? ¿cambiar la tubería? Pero que también pueden realizar cambios más radicales, como desviar las tuberías, tumbar la pared y redecorar. Pero que también puede simplemente pintar la pared y “esperar” que no pase nada.
La decisión es siempre de mi cliente… y cuando acompaño a los valientes, mi corazón se alegra y sé que se produce un cambio en el mundo. Porque, uno a uno, grupo a grupo, se va creando el mundo que deseo ver. Un mundo lleno de valientes, que están dispuestos a ver sus paredes y a reconstruirlas para una vida consciente y llena de posibilidades.
Sin duda, mis clientes son valientes…
Elisabeth Tepper Kofod
La Coruña, 03 de marzo de 2018