¿Dictador sí o no?
La tensión política, social e histórica que vive Venezuela sigue siendo un tema neurálgico en la política de Latinoamérica, así como en las posiciones que se toman desde los gobiernos de la región.
En el caso de Colombia muchos políticos y sectores de la ciudadanía le solicitan al presidente Gustavo Petro una posición más determinada en relación a lo que sucede allí, donde hace justo dos meses se dio la elección presidencial en la que según el oficialismo ganó Nicolás Maduro.
Cabe mencionar que el domingo 28 de julio tras una larga espera el Consejo Nacional Electoral (CNE) de este país, afirmó que Maduro había ganado con el 51,2% del total de los votos, equivalente a 5′150.092 votos.
Mientras Edmundo González, el candidato de la oposición sólo obtuvo de acuerdo a la misma fuente el 44,2% de votos a favor. Los resultados brindados por el CNE no cayeron nada bien en la oposición, incluso se denunció fraude en los resultados así como falta de garantías y transparencia.
Por ese entonces, la oposición se preparó de tal forma que diseñó todo un sistema de conteo paralelo de los votos, por esto horas después de que el CNE diera los cuestionados resultados María Corina Machado y González afirmaron que el ganador real había sido González quien obtuvo de acuerdo a su registro el 70% de los votos, mientras Maduro sólo tuvo el 30%.
Con toda la situación que produjo la gran diferencia en los datos y la permanencia de Maduro en el poder, muchos ciudadanos venezolanos se volcaron a las calles solicitando las actas del proceso electoral, un cambio de régimen, y el traspaso democrático del poder para materializar el tan esperado cambio.
De igual manera, lo acontecido allí generó reacciones de los mandatarios de Latinoamérica, mientras Cuba y Bolivia felicitaban a quien era el nuevo presidente y repetía periodo, desde Chile, Uruguay, Guatemala, Argentina y otros países hicieron hincapié en la importancia de conocer las actas y de respetar el proceso democrático electoral.
En la actualidad, el asunto sigue más que vigente, sólo la semana pasada y en plena Asamblea General de la ONU el tema de Venezuela no pudo pasar desapercibido, pues la ola migratoria, la crisis humana y las implicaciones en materia económica y política que vive la región son pan de cada día. Sólo en Colombia hasta el mes de enero del presente año y de acuerdo a la plataforma R4V, habían 2,9 millones de venezolanos.
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Como fiel escudero y mandatario digno del beneplácito de su presidente, el canciller venezolano Yvan Gil Pinto dijo que desde su país seguían “dando la batalla”, de la mano del pueblo en “permanente movilización popular” en la lucha por consolidar su independencia, y que sin importar quien fuese el jefe del imperialismo estadounidense la voz rebelde del pueblo de Venezuela bajo la dirección de Maduro seguiría presente.
En su discurso el presidente Gustavo Petro poco o nada de palabras dedicó para referirse a su homólogo Nicolás Maduro, al contrario, catalogó a Venezuela y Cuba como países que no encajaban en el dominio de la oligarquía global. No obstante, sí mencionó que el proceso previo a las elecciones fue “erróneo” y que “no hubo condiciones” para las votaciones.
Mientras, el presidente de Chile Gabriel Boric dijo titubeos que su país estaba especialmente atento frente a la crítica situación que vive Venezuela, “estamos frente a una dictadura que pretende robarse una elección, que persigue a sus opositores y que es indiferente al exilio, no de miles, sino de millones de ciudadanos”, aseguró el mandatario, que explicó que se requería “una salida política a esta crisis con el reconocimiento del triunfo de la oposición en las últimas elecciones”.
En el mismo sentido, Luis Lacalle Pou presidente de Uruguay expresó que ya no se trataba de pedir las actas de las elecciones, ni nada parecido, “se trata de condenar el fraude, el régimen y (...) la persecución política. Ha llegado la hora de actuar por Venezuela, por los venezolanos”, sentenció.
Otro de los mandatarios que tiene muy vigente en su agenda el tema de Venezuela es Javier Milei, incluso el pasado 23 de septiembre la Justicia de Argentina ordenó la captura del presidente Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y otros miembros del gobierno chavista, por presuntos crímenes de lesa humanidad.
Aunque, por el momento no es muy previsible que Maduro abandoné el poder, pues contrario a lo esperado, lo que ha hecho desde las elecciones ha sido aferrarse con más fuerza a él, usando todo el aparato estatal para aniquilar las voces de oposición, saboteando de forma directa los liderazgos políticos que en los últimos años han ganado la suficiente fuerza para enfrentarlo.
Lo que sí puede ser una constante en los siguientes meses son los pedidos de postura claros y directos de los mandatarios de esta zona del mundo en relación a si Maduro es o no un dictador, y sobre las posibles salidas a la crisis venezolana que en todo caso afecta a todos los países.