DIRECCION SINCRONIZADA Y BUEN ROLLO, claves para los equipos de trabajo

DIRECCION SINCRONIZADA Y BUEN ROLLO, claves para los equipos de trabajo

En el entorno disruptivo de hoy es el equipo -y no el individuo- una de las claves del éxito; pues se requiere de un abanico de competencias imposibles de reunir en una sola persona.

Hoy en día, la mayoría de las organizaciones están en condiciones similares para establecer sus objetivos estratégicos, delinear su cadena de valor, identificar sus variables críticas de éxito e implementar procesos para optimizar la utilización de sus recursos, dejando poco margen para crear una ventaja competitiva sostenible en el tiempo. Apalancarse en el potencial generativo de los equipos es un imperativo competitivo para incrementar sus posibilidades de adaptación y sostenibilidad.

Las organizaciones que propician las sinergias internas son más productivas y sus colaboradores se sienten más satisfechos y comprometidos con los objetivos de la compañía.

Numerosos estudios avalan los beneficios del trabajo en equipo; el informe Randstad Workmonitor de 2018 refleja que 7 de cada 10 encuestados consideran que el trabajo en equipo mejora el rendimiento de los empleados, pero el 80% de los profesionales participantes estima que las organizaciones necesitan promover más esa conexión entre sus colaboradores. Entonces la pregunta es ¿en qué estamos fallando? ¿Será que el trabajo en equipo es uno de los elementos que más se comentan, pero por su complejidad funcional y emocional poco se practica?

Para liberar el potencial de los equipos es clave un enfoque combinado de desarrollo en 2 ámbitos:

1.     propósito y procesos de gestión compartidos

2.     conexión y buen rollo

Implica aplicar un modelo de equipos sincronizados y conectados para generar resultados extraordinarios. Supone preguntarnos acerca de los 2 aspectos que impactan directamente en la efectividad de los equipos:

-       ¿los equipos trabajan deliberadamente en definir y clarificar su propósito, sus objetivos e indicadores? ¿desarrollan métodos compartidos de trabajo; planifican, coordinan, accionan y hacen seguimiento con un método compartido? ¿establecen procesos de toma de decisiones, solución de problemas?

-      ¿los equipos se dan el espacio para generar un ambiente positivo, para construir relaciones sólidas de confianza y camaradería? ¿dan y solicitan feedback constructivo y positivo? ¿implementan prácticas de reconocimiento? ¿celebran sus logros y también eventos significativos?

El no abordar ambos ámbitos al mismo tiempo puede limitar o distorsionar la evolución del equipo. El inclinarnos hacia el ámbito de los elementos técnicos o “duros” puede generar resultados, pero con muchísimo esfuerzo y con un alto costo individual y colectivo, podemos volvernos inhumanos y así las personas no dan ese aporte adicional; pero el inclinarse mucho hacia el lado de la conexión y el buen rollo puede volvernos demasiado distendidos y hacer que los objetivos no se cumplan, se dilaten los resultados en el tiempo o no tengan los estándares esperados.

Estudios globales concluyen por ejemplo que 3 de 4 reuniones no producen resultados, más de la mitad de los proyectos no logran los objetivos y 2 de cada 3 sobrepasan tiempos y costos.

Hay una serie de prácticas que las organizaciones pueden aplicar para impulsar el tipo de equipos al que aspiran. Una transformación sostenible solo será el resultado de un deliberado y múltiple enfoque basado en la generación de un ambiente optimista y motivador en adición a eficientes procesos gerenciales.

A menudo las iniciativas dirigidas a desarrollar a los equipos comienzan y terminan con actividades de integración aisladas o celebraciones puntuales. Por ejemplo, muchas organizaciones hacen actividades team building para generar cohesión en sus equipos o realizan alguna actividad divertida, deportiva o social cuando aparece algún problema en sus equipos. Estos enfoques, si bien enganchan momentáneamente, al ser tan puntuales no se transforman en planes y programas que dan lugar a una verdadera transformación.

Solemos dejar al azar la construcción de esa conexión, de ese ambiente de optimismo y motivador que marca la diferencia entre un equipo normalito y otro de alto valor.

Es necesario invertir tiempo y esfuerzos estructurados para integrar el trabajo en equipo a la cultura y operatividad de la empresa. En este sentido los departamentos de RRHH debemos ofrecer pautas y procesos organizacionales para impulsar ambientes expansivos, la generación de espacios seguros para interacciones constructivas, así como procesos gerenciales efectivos; y los líderes debemos convertirnos en los multiplicadores de esas pautas y en los apoyos para construir metodologías de trabajo para que el equipo evolucione.

¡Pongamos nuestra energía en construir organizaciones sostenibles; más humanas y más rentables!

Advanture, human strategy partners

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas