Discriminación laboral por embarazo

Durante demasiado tiempo, el embarazo ha sido visto como un obstáculo para la capacidad de una mujer para trabajar. Un mito que necesita ser demolido. La discriminación por embarazo adopta una variedad de formas que necesitan desnormalizarse y que van desde la generación de acciones tendientes a complicar la situación de la mujer en este periodo, el negar acceso a la atención de necesidades médicas, hasta detener su crecimiento profesional o el despido por el simple hecho de estar embarazada o de poder llegar a embarazarse en el futuro. Las acciones que vulneran derechos, identidad, que afectan psicologica, física y / o emocionalmente, en este caso por el hecho de ser mujer, tienen nombre y pueden ser violencia de género.

 Estos hechos generan impactos en varios aspectos, que van más allá del acto discriminatorio en si y que tienen consecuencias para la empresa y para la sociedad en su conjunto en el largo plazo:

(1)  la discriminación laboral por embarazo es una arista de las muchas que dan luz a ambientes de trabajo poco seguros para el desarrollo de las mujeres

(2)  la discriminación durante y posterior al embarazo limita e inclusive llega a impedir el aprovechamiento del talento en las empresas en el largo plazo, la posibilidad de crecimiento e innovación abrazando el valor de la mitad de la población, incrementando brechas de género e incrementando la vulnerabilidad de este sector. De acuerdo con el Banco Mundial, el PIB global aumentaría un promedio 20% si se diera acceso -no solo a educación- sino a oportunidades de trabajo… 15% para el caso de México, según el IMCO. Este es el valor que se deja en términos económicos sobre la mesa al menospreciar el rol de largo plazo de las mujeres y limitarlo a las desventajas “percibidas” -que no reales- del empleo de mujeres embarazadas

(3)  Y esto sin hablar de los impactos a nivel físico

Sea por percepciones o estereotipos, lo que es un hecho es que al negarle a una mujer las condiciones para complementar su vida laboral con su embarazo, la obligamos a elegir entre un embarazo saludable y su sustento. El elegir el sustento implica un detrimento en su salud y la del bebé, su bienestar durante y después del embarazo. El no elegir el sustento lleva a situaciones donde a la mujer se le deja en condiciones de vulnerabilidad económica y social.

La eliminación la discriminación laboral por embarazo debe verse de una forma holística y transversal: embarazos pasados, actuales, potenciales, condiciones médicas asociadas al embarazo y la decisión del mismo embarazo, combinada con la visión transversal de atracción, retención y desarrollo de talento dentro de las empresas. 

Existen varias aristas necesarias en la implementación de acciones para eliminar la discriminación por embarazo en las empresas, generando ambientes de trabajo seguros.

En primer lugar, las empresas deben establecer políticas holísticas, transversales, claras y no discriminatorias y capacitar a quienes laboran en la organización sobre ellas. Esto incluye políticas y procesos sobre licencia por embarazo y maternidad, cuidados prenatales, arreglos de trabajo flexibles, adaptaciones para afecciones relacionadas con el embarazo y condiciones posteriores al nacimiento.

Además, es necesaria la proactividad de empresas a la hora de proporcionar a los empleados información sobre sus derechos. En este sentido es crítico que las empleadas embarazadas conozcan sus derechos y las vías de denuncia -a nivel empresa y gobierno- en caso de que estos sean vulnerados, esto incluye el poder reincorporarse al mismo trabajo o a un trabajo sustancialmente similar después del embarazo o la licencia de maternidad o el que recaiga en la empresa y no en la victima la evidencia ante situaciones como el despido a mujeres embarazadas.

Es importante como tercer punto el diseño de políticas de protección de la maternidad y trabajo y familia como medio para ayudar a lograr la igualdad efectiva de género. Otra mejor práctica que considerar es garantizar que el nivel de gestión de la empresa sea diverso e inclusivo y ayude a crear una cultura positiva en el lugar de trabajo. No podemos solo confiar que las personas que han experimentado o entienden los desafíos que enfrentan las mujeres embarazadas puedan tener un impacto positivo en la consideración hacia las empleadas embarazadas, se necesita contar con guías con la correcta perspectiva y basadas en un marco regulatorio con estándares internacionales.

Las empresas pueden también brindar apoyo a las empleadas embarazadas a través de programas de bienestar, recursos para empleados y asociaciones con proveedores de atención médica.

Finalmente, es fundamental que las leyes que regulen los derechos laborales incluyan las necesidades específicas de empleo de las mujeres embarazadas. Sin el marco legal y métodos efectivos de implementación y sanción, es difícil minimizar e inclusive eliminar de forma real la discriminación.

 Regulación con perspectiva específica al combate a la discriminación, el establecimiento de políticas claras y transversales que cascadeen a la gestión y acciones de apoyo y la educación en los derechos pueden promover significativamente mejores perspectivas para alguien que está embarazada. Es importante recordar que hacer estos cambios es bueno no solo para quienes dan a luz, sino para las empresas, las infancias y la sociedad por igual.

Mujeres en Finanzas México Early Institute

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