Discurso en la sesión inaugural del 'UN Innovation Day 2022'

Hoy en día mucha gente considera que la vida de las personas, solo puede mejorar con los objetivos de los ODS. Pero, si sólo queda en un documento, no servirán de nada. Es hora de hacer algo. Por eso es muy importante poner a las personas en el centro de la innovación, con eventos como este, el Día Mundial de la Innovación de las Naciones Unidas Hack 2022

Sabemos que toda revolución se vivió en su día como una crisis en el momento en que se produjo. Suelen llamarse crisis por los contemporáneos del período histórico que la viven. Es por eso que el término revolución aparece años después. Este es nuestro caso ahora, porque estamos viviendo revoluciones entrelazadas, y un cruce de revoluciones extraordinario.

Todos los días, trabajo con empresas y gobiernos. Nos preguntan cómo entrar en la era de la transformación digital. Nos piden una estrategia de implantación tecnológica, para afrontar con garantías la Cuarta Revolución Industrial. Sin embargo, en el proceso de cambio, detectamos que escuchan cosas que no les afectarán en los próximos cinco años.

Hablan de robots, software o de la inteligencia artificial del futuro. Sabemos que estos dispositivos ejecutan tareas de muchos tipos mucho mejor que nosotros, pero algunas de esas tareas no las hacen realmente en este momento. Por eso debemos entender, prioritariamente, el presente. El tiempo es un bien preciado, y gastarlo en discursos interesados de políticos y medios de comunicación es un grave error. Muchas personas son capaces de adoptar su propia innovación, pero quedan paralizadas por un aterrador escenario que se nos presenta.

Hay países, y empresas, que deciden esperar a ver qué pasa. Sobre si el futuro va a ser tan automático, tan metálico y tan cegador. De ahí que se detengan y no inicien una hoja de ruta. Por eso deben dar un primer paso. Algo que no es complejo, es emocionante. Hay mucho discurso que no es más que una compilación de discursos ya hechos y poco discurso nuevo.

Las empresas, trabajadores y directivos, deben adaptarse al cambio, y explorar su hoja de ruta en los próximos tres o cuatro años. Necesitamos innovación. Hablar de la inmortalidad del ser humano, bodas entre robots y personas o un futuro parecido a una película de ciencia ficción, no es una buena apuesta. El miedo paraliza. El análisis genera parálisis. Es hora de tomar decisiones estratégicas con lo que tenemos sobre la mesa ahora mismo. Contamos con nuevas tecnologías, metodologías innovadoras y requerimientos sin precedentes.

Todo esto necesitará humanos. Humanos entrenados. Empresas preparadas para este salto cualitativo. Y también de gobiernos involucrados. Defiendo la automatización y la digitalización al extremo. Y no lo digo porque sea el signo de nuestro tiempo. Lo digo porque lo tengo claro. Este es un punto de vista humanista. Esta revolución tecnológica es la mejor manera de construir un futuro mejor. Cuando hablamos del futuro, de un mundo sin empleo, debemos aclarar que el próximo mundo es un mundo “sin el empleo actual”.

Con cada cliente, empresa o gobierno, analizo el mismo punto: el mundo digitalizado representa una gran oportunidad en términos de innovación. La clave de una vida mejor es ver máquinas y personas trabajando juntas. De hecho, automatizar y digitalizar es la forma más innovadora de humanizar. Un planeta donde construir algo, desarrollar algo, producir lo que sea, pueda ser más barato, más fácil, más rápido y más eficiente, será un mundo con menos desequilibrios.

Pero si realmente hemos aprendido algo, está por verse. Tenemos que afrontar el futuro con el compromiso de crear políticas sociales transformadoras que eviten la exclusión. Tenemos que afrontar el futuro con el compromiso de redistribuir la enorme riqueza que se genera cada día gracias a tanta tecnología. El desequilibrio actual es inaceptable.

Podemos quedarnos de brazos cruzados y esperar a ver que pasa. Pero no es una buena idea. No esperemos que el trabajo actual desaparezca. Pensemos en ese nuevo contrato social que en el futuro llamaremos empleo. Las cosas que no son trabajo ahora, lo serán. Las cosas que ahora son trabajo, no lo serán. Busquemos cómo redistribuir mucho mejor la riqueza.

Este hackathon es una buena manera de intentar esto. Hay algunos países que lo están interpretando desde hace mucho tiempo, pero otros no. Algunos están ajustando las políticas de base tecnológica a las necesidades socioeconómicas y otros siguen prometiendo empleo masivo en sectores donde no se va a crear empleo.

Durante años he interpretado mi vida como una búsqueda constante (las ganas de innovar) de retos, experiencias y sueños. Siempre lo hago con la ilusión de no perder la oportunidad de vivir este momento tan especial de la tecnología. ¿Cómo vais a convertir esta crisis en una oportunidad? ¿Vais a escuchar discursos vacíos o vais a tomar decisiones reales y efectivas?

Señores, es hora de hablar menos y hacer más.

¡Gracias!

Traducción aproximada de la intervención en la sesión inaugural del 'UN Innovation Day 2022'