Diseño escolar: pensando en mente y cuerpo.
En las últimas semanas hemos profundizado en la relación que tienen los niños con sus salones de clases. Tuvimos conversaciones interesantísimas sobre la tecnología aplicada a la enseñanza y cómo ésta puede impulsar la autogestión del conocimiento de los más pequeños con Sugata Mitra; igualmente, con María Adelaida López conversamos sobre cómo los espacios diseñados para el aprendizaje a partir de las necesidades de las comunidades puede traer beneficios profundos tanto para los estudiantes como para sus familias y vecindarios.
En esta entrega continuamos explorando la dinámica persona y entorno, pero esta vez desde el cuerpo, la percepción y las emociones. Sabemos –gracias a décadas de estudios psicológicos– que los colores, la temperatura, las formas, la falta o presencia de luz son todas condiciones que tienen un efecto en la psiquis, llegando a influir en el estado de ánimo, concentración e incluso disposición fisiológica para diferentes actividades. Acompáñanos en el siguiente artículo a conocer cómo algunas instituciones y profesionales del mundo enfrentan el reto de construir programas pedagógicos y espacios que los acompañen basados en la anatomía y la fisiología.