DOS MITOS DEL MANTENIMIENTO
LAS FALLAS COMO ALIADAS
Es frecuente y lógico pensar que el objetivo de todo departamento de mantenimiento o área técnica, es reducir o eliminar las fallas de un equipo o línea de proceso; sin embargo las tan indeseadas y negativamente famosas "fallas" deben ser entendidas y utilizadas como piezas clave de una estrategia de optimización en el uso de recursos para el área de mantenimiento.
Debemos partir de entender el concepto de falla, no necesariamente como una avería o parada de máquina que asocie directamente costos por producción interrumpida, sino como parte del concepto completo. Una falla debe ser entendida como la desviación o diferencia entre parámetros o estándares "normales" de funcionamiento respecto de los valores medidos en el tiempo. Estas mediciones pueden empezar a ser realizadas desde formas muy sencillas distinguiendo propiedades organolépticas, hasta llegar a inspecciones de mayor complejidad como análisis termográficos, vibracionales, ultrasónicos, entre otros. Lo importante es generar un registro y poder ir detectando patrones de comportamientos y tendencias, para poder aprender a "entender" a las máquinas.
Una estrategia óptima de mantenimiento de un activo debe apuntar a concentrar sus actividades en buscar y medir las fallas "incipientes" para, en primer lugar, poder entender el desempeño del equipo según características y condiciones de funcionamiento a las que viene siendo expuesto y, en segundo lugar, para poder anticipar a desviaciones que tengan consecuencias que impacten en la disponibilidad y confiabilidad de equipos que se entrega al área productiva.
MANTENIMIENTO CORRECTIVO SÍ, PERO PROGRAMADO
Aplicando lo descrito anteriormente iremos concentrando tareas destinadas a corregir las fallas prematuras encontradas, tareas que serán catalogadas como correctivas pero sin vínculo alguno con pérdida de recursos por cortes de producción.
En consecuencia y con la disciplina de aplicar lo descrito, nuestra estrategia de cuidado de activos irá quedando alineada a una *óptima repartición o "mix" de actividades de mantenimiento en donde las intervenciones preventivas, normalmente programadas según frecuencias calendario o el ritmo de utilización de cada equipo, vayan cediendo paso a las "inspecciones" y a las intervenciones programadas para corregir las observaciones o fallas detectadas en estas últimas.; todo ello sin dejar de lado la actualización de los planes preventivos producto de los análisis de fallas.
(*) Óptima repartición, es importante aclarar, desde el criterio o punto de vista más crudo y predominante de todos: el costo final de mantenimiento.
En resumen, es importante redefinir la idea de "falla" para revalorarla, eliminando el primer mito que la acusa de negativa, y tomar ventaja de entenderla. La consecuencia de esto será adoptar una estrategia en donde el porcentaje de actividades de mantenimiento correctivo programado crecerá y junto a este los valores de confiabilidad y disponibilidad, desnudaremos entonces el segundo mito de buscar reducir o eliminar el mantenimiento correctivo.
Jefe de Mantenimiento Alicorp
5 añosDesde la perspectiva de estrategia los negocios tiene un objetivo (no todos se dedican a mantenimiento). Es por ello que en algunos casos se debe considerar que los equipos van a fallar y luego se atienden puede ser el caso de lo equipo que cuentan con redundancia ( bombas , válvulas , etc ) es por ello que se debe conocer los procesos para poder aplicar tácticas para el manejo de riesgo para el mantenimiento siempre apuntando a la reducción de costos que luego serán gastos
MBA and Industrial Engineer
5 añosExcelente artículo Jorge Chávez Ortega, gran aporte! Saludos, un abrazo.
Soporte Nivel 2 en Zoluxiones Consulting SAC
5 añosMuchas Gracias Ingeniero Jorge por el destacado aporte, esto articulo sumará para mejorar nuestros esfuerzos y garantizar nuestra calidad de servicio :)