Easy does it in Mexico...

Jorge A. Meléndez Ruiz

Se confirmó lo que predije aquí desde noviembre: arrasó Andrés Manuel. Algunos piensan que se acabó México. Que la crisis es inminente y que el populismo llegó para quedarse.

Como diría el chapulín colorado: calma, que no panda el cúnico. Precisamente ahora es cuando más hay que tener la cabeza fría. Si López Obrador resulta malo (algo que sigue siendo muy probable a pesar de sus discursos del domingo), habrá tiempo para actuar.

De ser así, veo dos escenarios negativos (si resulta bueno, se acabó el problema…ojalá así sea). El primero es que Andrés solo sea un pésimo gobernante como los de hace muuuchos años, estilo Echeverría.

Un presidente con ideas viejas que no funcionan: dádivas generalizadas, mayor intervención del estado en la economía, aislacionismo, apoyo al sindicalismo charro, educación mala y sin medición, conceptos energéticos estatistas, etc.

Ideas que llevarían a un desbalance financiero que eventualmente provocará una crisis económica que afectará a todos, pero sobre todo a los pobres que Andrés tanto dice amar.

La segunda opción es más peligrosa: que AMLO debilite y coopte instituciones para buscar perpetuarse en el poder. Que México emprenda el terrible camino recorrido por Venezuela. Pero OJO, porque ese trayecto será muy largo y habrá señales de advertencia.

Aquí me detengo: ninguno de estos escenarios negativos se dará por generación espontánea. Cualquier crisis se cocinará a fuego lento (relea “¿Y si gana ya sabes quién?”). Igualito que el sapo al que le calientan el agua en la tina. Tendremos tiempo para darnos cuenta de que está subiendo la temperatura. Y si no saltamos, será culpa nuestra.

Por lo pronto, le propongo apoyar a los buenos que acompañarán a Andrés en su proyecto de país. Sí, a los buenos. Porque no todos los que rodean a AMLO son malos.

Morena es una botica donde hay de todo: radicales como Paco Ignacio Taibo II, personajes cuestionados desde siempre como Bejarano, advenedizos siniestros como Bartlett y sindicalistas charros como Napito. Y se sumarán más: relea “Con una nalgada basta”.

Pero también hay gente buena como Poncho Romo, Eugenio Nájera, Simon Levy, Tatiana Clouthier o Graciela Márquez, entre muchos otros. Personas racionales enfocadas a la ejecución y que no piensan provocar crisis económicas o peor, ayudar a que un populista se eternice en el poder.

He escuchado a tipos inteligentes atacar a este grupo: “¡Traicionan a México, que renuncien!”. No podría estar más en desacuerdo. Si se van, los nefastos se quedan so-li-tos.

Es al revés: hay que apoyarlos y ayudarlos. Las posibilidades de que AMLO gobierne bien pasan porque los “buenos” se queden… y pesen.

Muchos me preguntan, ¿y qué recomendaciones específicas tienes? En tiempo de turbulencia e incertidumbre lo mejor es ser precavido. Específicamente le propongo 5 cosas:

  1. Tenga cuidado con la deuda, sobre todo en dólares. La turbulencia primero impacta al tipo de cambio. Sólo tome deuda en dólares si tiene ingresos en dólares.
  2. Contemple escenarios malos en su planeación de mediano plazo y asegúrese que pueda sobrevivirlos. Si está expuesto, evalúe coberturas, alianzas, etc.
  3. Sea prudente en gastos. La austeridad siempre es buena compañera, pero más ante la incertidumbre.
  4. No entre en pánico. El temor irracional siempre empeora las cosas. Hay tiempo. Analice, anticipe señales y tenga planes específicos para actuar si la cosa pinta mal.
  5. Apueste por México. Si los buenos se rajan, el país se hunde. 

Recién terminé de leer el libro “Una lealtad superior” de Jim Comey sobre el liderazgo mafioso de Trump. Cuenta que cuando Mr. Orange lo corrió del FBI por no serle leal, John Kelly le dijo que renunciaría también porque no quería trabajar con gente deshonesta.

“Le insistí que no lo hiciera: el país necesita gente con principios alrededor de este presidente. Especialmente alrededor de este presidente”, concluye el ex director del FBI.

¡Exacto! Igualito será en México si Andrés resulta ser malo. Los buenos tienen que participar: desde adentro los que estén ahí y desde afuera los demás.

Denunciando lo malo, apoyando lo bueno y sobre todo exigiendo que en el camino a un mejor México no demos un paso hacia el precipicio. El pánico no llegará si no dejamos que llegue. ¿Se apunta de vigía?

En pocas palabras…

“Lo único necesario para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada”

Edmund Burke, filósofo inglés

benchmark@elnorte.com     

Twitter: jorgemelendez

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¿Y si gana ya sabes quién?

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Con una nalgada basta

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Muy interesante análisis, muy bien pensado , 😃

Excelente, Jorge, como siempre.

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