ECONOMÍA CIRCULAR Y SU MAGNITUD REAL ACTUALMENTE.
Porfirio Jiménez Rios. Director.

ECONOMÍA CIRCULAR Y SU MAGNITUD REAL ACTUALMENTE.

En la actualidad, la economía circular recibe un gran interés por parte de los gobiernos y las empresas, pero también goza de una creciente popularidad entre la comunidad científica. Si bien es cierto que la economía circular es hoy en día una disciplina propia, es difícil establecer su alcance de forma consensuada, dificultad que nace de la naturaleza del concepto y de la etapa inicial en que se encuentra su estudio. Y es que al ser concebida como un método “transdisciplinar”, ya que, como sucede en otras disciplinas nacientes, canaliza ideas de diferentes campos científicos y escuelas de pensamiento, y las conecta para desarrollar un marco de trabajo propio. Por ejemplo, la implantación de un sistema de gestión de residuos supone una transición del sistema actual al nuevo sistema, y los efectos de su implantación, tendrán resultados en diferentes dimensiones del sistema socioeconómico y en el sistema natural, lo que deriva en la necesidad de realizar un análisis holístico de áreas de conocimiento que pueden parecer inicialmente separadas.

La economía circular resulta una disciplina compleja en la que dominan las interconexiones y retroalimentaciones entre sus variables, llegando a generar, incluso contraposiciones.

Esta complejidad deriva en resultados que no siempre son predecibles. El limitado desarrollo que presenta la economía circular como disciplina no es atribuible ni a los gobiernos, ni a las empresas, ni a la comunidad científica. Sin embargo, urge la organización de sistemas de economía circular eficaces para afrontar la crisis ecológica global como una herramienta de solución al problema. Retrasar su implantación aludiendo a su limitado desarrollo podría tener efectos contraproducentes tanto para la integridad de los ecosistemas de la naturaleza como para el sistema socioeconómico. Por este motivo, tan esencial como su avance, es la definición de un camino que permita canalizar los esfuerzos, de forma integral en el proceso natural de gestación con la necesidad cada vez más acuciante de investigación.

Es un concepto económico que se interrelaciona con la sostenibilidad, y cuyo objetivo es que el valor de los productos, los materiales y los recursos, se mantengan durante el mayor tiempo posible, y que se reduzca al mínimo la generación de residuos. Se trata de implementar,  de una manera no lineal, basada en el principio de cerrar el ciclo de vida de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua, el aire y en espectro social.

 Esta iniciativa emblemática ofrece un marco de medidas a largo plazo y, de manera coherente, otras a medio plazo entre las cuales ya está identificada una estrategia destinada a convertir a la UE en una «economía circular» basada en una sociedad del reciclado a fin de reducir la producción de residuos y utilizarlos como recursos. 

El sistema lineal de la economía (extracción, fabricación, utilización y eliminación) ha alcanzado sus límites. Se empieza a comprender en efecto, la debilitación de una serie de recursos naturales y de los combustibles fósiles. La meta a corto plazo dadas las circunstancias inmediatas genera la necesidad de un modelo de sociedad que utiliza y optimiza los stocks, los flujos de materiales como la energía, reduce la cantidad de sus residuos y tiene como objetivo la eficiencia optima en el uso de los recursos. En un contexto de escasez y fluctuación de los costes de las materias primas, que contribuye a la seguridad del suministro y a la reindustrialización de cada territorio nacional.

Tomando como ejemplo en el plano económico, el uso de acero reciclado o reutilizado para la construcción de edificios podría generar a su vez hasta un 25% de ahorro en los costes de material por tonelada de acero. Entre tanto la aplicación de los principios de circularidad al sector de la construcción podría suponer una reducción de materiales (y de costes) mediante el uso de la producción modular y la impresión 3D, la optimización del uso de la energía y la reutilización o el reciclaje de materiales de alto valor en la fase de construcción.
Por su parte, la reducción de la producción y el consumo de plástico pueden evitar un tercio de la generación global de residuos plásticos para el año 2040. Dado el aumento actual y previsto en la generación global de residuos.
Al abordar las ineficiencias estructurales a lo largo de las cadenas, con este modelo se puede suministrar abundantes oportunidades de creación de valor a nivel industrial. Se espera que el mercado de los envases retornables crezca alrededor de 37.000 millones de dólares en 2018 a 59.000 millones en 2026. Algunos estudios sugieren que la transición podría generar un beneficio económico neto de 1,8 billones de euros para Europa en 2030, y un valor anual de aproximadamente 624.000 millones de dólares en la India para el año 2050, en comparación con el escenario lineal actual.
Estudios recientes en América Latina y el Caribe también indican que esta adopción podría crear un incremento neto de 4,8 millones de puestos de trabajo en la región. Un movimiento global que supone un reto tomando en consideración que  esta transición no es uniforme y varía en función de una serie de factores como el grado de industrialización, el nivel de desarrollo tecnológico. Por ende al abordar el principio de circularidad se presenta un conjunto específico de retos y oportunidades para los países en desarrollo, especialmente en lo que respecta al sector informal, el acceso al desarrollo tecnológico y la capacidad institucional y financiera.

En conclusión frente al modelo económico desordenado que estamos atravesando como sociedad con medidas inequívocas que conducen al cambio climático, esta oportunidad ofrece preservar la naturaleza y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. Alrededor del mundo, la banca privada, los bancos multilaterales de desarrollo y las instituciones de financiación del desarrollo han intensificado las inversiones; así en la actualidad, China y Europa son los líderes mundiales en la transición hacia la circularidad.

El actual modelo económico lineal basado en “tomar-hacer-desechar” además de ser extractivista y responsable en gran medida del cambio climático y el agotamiento de los recursos urge que los gobiernos de turno, las sociedades en su conjunto y demás actores propongan nuevas cadenas de valor enfocadas en la sostenibilidad para hacer frente de manera inmediata a los cambios que supone hacer frente el escenario actual.

En este sentido, si queremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los compromisos de emisiones de gases de efecto invernadero bajo el Acuerdo de París, debemos que adoptar un nuevo modelo económico que genere un cambio acertado y enfático en las políticas asociadas a un nuevo encause en materia de desarrollo y producción responsable.

La economía circular así plantea un enfoque completamente distinto que permite estimular el crecimiento económico y generar empleo sin comprometer al medio ambiente, posicionándose como piedra angular para una recuperación económica resiliente y con bajas emisiones de carbono, tras la pandemia de COVID-19.

El cambio climático, crecimiento y empleo, ofrece un marco de soluciones sistémicas para el desarrollo económico abordando profundamente la causa de retos mundiales tales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el incremento de residuos y de contaminación, al tiempo que revela grandes oportunidades de crecimiento

Se han identificado varias clases generales de estrategias. Entre las más factibles en un corto plazo se encuentran por ejemplo las estrategias de waste management muestran puntuaciones bajas en todos los principios, y únicamente tienen puntuaciones altas en el principio de cerrar el sistema. Las estrategias proclose system presentan valores altos, únicamente, en los principios de cerrar el sistema y diseñar para la ECSR. Las estrategias pro-resilience, presentan puntuaciones altas en los principios de mantener los recursos dentro del sistema, promoviendo la diversidad haciendo eco en la promoción de una gobernanza poli céntrica colaborativa. Las estrategias all-in-all son aquellas que presentan las puntuaciones más altas en la mayoría de los principios.

Entonces podríamos concluir que en referencia a este tipo de políticas expuestas es imperativo que las sociedades en su conjunto tomen conciencia asertiva de sus necesidades en función de que puedan desarrollarse de una manera consecuente a las realidades que este momento plantea las dificultades asimilando y concentrando esfuerzos en construir una política sostenible para el bien común de sus actores y miembros en pro de augurar un futuro cercano óptimo para la calidad de vida. 

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