¿Economía o salud? ...o ninguna de las dos.

¿Economía o salud? ...o ninguna de las dos.

Byung-Chul Han es un filósofo y ensayista surcoreano que imparte clases en la Universidad de las Artes de Berlín. Autor, entre otras obras, de ‘La sociedad del cansancio’, una de las piezas fundamentales a la hora de intentar entender hacia dónde íbamos como humanidad antes de la llegada del Coronavirus.

En una de sus ultimas reflexiones nos dice:

El virus no vencerá al capitalismo. La revolución viral no llegará a producirse. Ningún virus es capaz de hacer la revolución. El virus nos aísla e individualiza. No genera ningún sentimiento colectivo fuerte. De algún modo, cada uno se preocupa solo de su propia supervivencia. La solidaridad consistente en guardar distancias mutuas no es una solidaridad que permita soñar con una sociedad distinta, más pacífica, más justa. No podemos dejar la revolución en manos del virus. Confiemos en que tras el virus venga una revolución humana. Somos NOSOTROS, PERSONAS dotadas de RAZÓN, quienes tenemos que repensar y restringir radicalmente el capitalismo destructivo, y también nuestra ilimitada y destructiva movilidad, para salvarnos a nosotros, para salvar el clima y nuestro bello planeta.”

En los últimos días ha crecido fuertemente la discusión salud o economía, y como nos hemos acostumbrado en los últimos años en Argentina, esto empieza a construir una nueva “grieta” y sin eximirme de ya haber caído en esta trampa con discusiones estériles en grupos de WhatsApp con amigos, colegas o simplemente conocidos virtuales, siento que me retumban en la cabeza las palabras de Coreano Byung 

El virus nos aísla e individualiza. No genera ningún sentimiento colectivo fuerte. De algún modo, cada uno se preocupa solo de su propia supervivencia.”

¿Acaso es mejor parar o no parar, si trabajar o no trabajar, si es el remedio peor que la enfermedad?

¿Tiene sentido alguno someternos a las angustias que generan las discusiones de este tipo?

Mas que nunca, tenemos que saber que no tiene sentido sostener discusiones donde el marco sigue siendo el de dividir pensamientos, profundizar grietas y acrecentar distancias apuntando a los aspectos que conforman nuestro sistema de creencias y valores, cuando los aspectos ademas son tan sensibles como elegir entre salud y economía.

No podemos permitir que lideren nuestras discusiones, nuestros pensamientos y nuestras peleas, que nos lleven a sostener aspectos que no son los que verdaderamente cambiaran la ecuación de nuestra sociedad.

Si este contexto nos propone un mar de dificultades, si ademas los instrumentos de navegación nos entregan información confusa, preocupante, pesimista, tiene sentido ponernos a discutir ¿qué es mas importante? ¿sostener el barco o la tripulación? 

Claramente ninguna comunicacion es inocente y lamentablemente cuando discutimos lo que no es importante corremos el riesgo de ser utilizados por intereses que no son los que le darán sentido a la pandemia que estamos viviendo.

Si hay algo a lo que me obligo en estos días de aislamiento es a perseguir un visión de ganancia colectiva por sobre la ganancia individual, siento que esta tormenta de posibilidades negativas que hoy nos inunda en preocupación solo puede adquirir sentido si logramos iniciar los pasos que nos lleven a desarrollar un país con una cultura colectivista y es aquí donde creo que debemos focalizar y sostener la discusión.

Tambien siento y creo que estamos en una etapa muy temprana de esta crisis, donde lo mejor es concentrarse en esta nueva cotidianidad, adaptarnos, entenderla, transitarla y prepararnos para los duelos que vienen.

Yuval Harari dice en uno de sus últimos artículos.

“Un pueblo motivado y bien informado es mucho más poderoso y efectivo que un pueblo vigilado e ignorante”.

Realmente siento que es poco posible pensar lo que viene, que no podemos permitirnos que nos vuelvan a confundir, que mas que nunca debemos entender el concepto de presente, de cotidianidad, de no dejarnos afectar por el aparato comunicacional que proyecta miedos para liderar pensamientos.

No es momento para pensar consecuencias, no es momento para proyectar temores, es momento para encontrar sentido en el presente y que este aquí y ahora nos permita asentar el plano de conciencia que nos de la luz y la claridad conceptual para levantarnos siendo mejor de lo que éramos antes de la llegada de esta pandemia.

Ly


Verónica Podestá

AguaVá, Sevicios editoriales Periodista Autora y Editora

4 años

Gracias! "que este aquí y ahora nos permita asentar el plano de conciencia que nos de la luz y la claridad conceptual para levantarnos siendo mejor de lo que éramos antes de la llegada de esta pandemia." Vamos por eso, y que así sea.

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