El abrazo
Un día frío sin pretensiones caí en tus brazos
y comprendí qué es revivir en un abrazo,
sentí nacer por segunda vez con tu luz de faro,
que iluminó mis esperanzas cuando fui abrazado.
No hay dolor, temor o pena en ningún fracaso
que no se ayude a curar despacio con tus abrazos.
La protección y la fortaleza nacen pensando
que si me abrazas, de un aire nuevo me vas llenando.
Deja que el mundo te abrace siempre que estés cansado,
verás que nuevas ganas de actuar abrirán tus pasos.
No hay motor más alentador que un buen abrazo,
ni consejero que silencioso reparé un alma que está en pedazos.
De la obra: La vida es viviendo.