El alegre país que cree que va como un cohete y cuya competitividad se desploma

Comienza la segunda semana de julio (la que nos lleva a la final de la Eurocopa y a Wimbledon), con dos días en Elche para compartir con Brandty la comida de fin de temporada.

Interesante artículo de Carmen Obregón, "La competitividad se desploma y ocupa ya los últimos puestos de la OCDE". El dato: en 2024, nuestro país ha descendido del puesto 36 al 40 entre los 67 países analizados, como consecuencia de un retroceso en su competitividad global. De los países miembros de la OCDE, España ocupa el puesto 26 de los 37 países evaluados en 2024, por debajo de la media de la UE-27 y de la OCDE, con una puntuación de 92,8, de un máximo de 144,1 que ostenta Suiza, o de los 143,5 de Dinamarca, frente al 70,1 de Colombia y el 69,3 de Eslovaquia.

El Instituto de Estudios Económicos, en su informe de junio de 2024: la competitividad como oportunidad para la mejora de nuestro bienestar, señala que en los últimos años España revertido el proceso de convergencia con Europa, tanto en términos de renta per cápita como de productividad, por un deterioro competitivo de nuestra estructura económica, lo que compromete el potencial de crecimiento de futuro, pese a que actualmente las tasas de crecimiento del PIB y del empleo sean superiores a la media de los países de nuestro entorno: es el mensaje de que "vamos como un cohete".

¿Cómo es posible? El modelo de crecimiento de la economía española se ha basado en el consumo privado y público, como de la actividad externa de los servicios, y ya da síntomas de agotamiento (informe del Banco de España), si no se acometen reformas para el crecimiento de nuestra productividad y se corrigen los elevados niveles de desempleo (sigue siendo el mayor de Europa Occidental), déficit y endeudamiento público: la pobreza que dejamos a nuestros hijos.

La productividad de las pymes, que son la inmensa mayoría de la economía española, esté en 2024 por debajo del nivel de 2015. ¿El principal motivo? El progresivo empeoramiento de la brecha de inversión de la economía española con respecto a sus principales socios comerciales, que se aprecia en la inversión empresarial de bienes de equipo y activos intangibles. Expectativas negativas de las empresas sobre los principales factores que determinan sus proyectos de ampliación de capital.

El 47% de los emprendedores creen que son los impuestos, la financiación y las ayudas públicas son los tres principales obstáculos para salir adelante. Lejos de las expectativas de los países más competitivos de la OCDE: Suiza, Dinamarca e Irlanda (un 35-44% por encima de la media), Francia, Reino Unido y Alemania (un 10-12% superior a España).

España ya es "un país de camareros" (con el debido respeto a esa digna profesión), cuyo crecimiento del empleo viene por el turismo y el comercio, en general de bajo valor añadido, que debería mejorar radicalmente en productividad (lo que sólo puede ocurrir si se eleva la calidad directiva) a través de la flexibilidad, el crecimiento de la inversión y de las exportaciones.

Por cierto, en este 2024 con más de 70 elecciones nacionales, comienza el nuevo semestre con cambios radicales en Gran Bretaña y Francia. Sorpresas nos da la vida.

'Just the way you are', de Bruno Mars. Tal como eres.

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