EL APOSENTO ALTO
Juan 14:15-27
15 »Si me aman, obedecerán mis mandamientos. 16 Le pediré al Padre y les dará otro Consejero[a] para que esté siempre con ustedes: 17 El Consejero es el Espíritu de la verdad.[b] El mundo no lo puede recibir porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes lo conocen porque vive con ustedes y estará en ustedes. 18 »No los dejaré huérfanos; volveré a ustedes. 19 Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes me verán. Ustedes vivirán porque yo vivo. 20 Ese día, ustedes sabrán que yo estoy en el Padre, y que ustedes están en mí y yo en ustedes. 21 El que realmente me ama conoce mis mandamientos y los obedece. Mi Padre amará al que me ame, y yo también lo amaré y me mostraré a él. 22 Judas, no Judas Iscariote, le dijo: -Señor, ¿por qué te vas a mostrar a nosotros y no al mundo? 23 Jesús le contestó: -El que me ama, obedecerá mis enseñanzas. Mi Padre lo amará, vendré a él y viviremos con él. 24 El que no me ama, no obedecerá mis enseñanzas. Las enseñanzas que ustedes han escuchado no son mías, son del Padre que me envió. 25 »Les digo esto mientras estoy con ustedes. 26 Pero el Consejero, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, les enseñará y recordará todo lo que les dije. 27 »Les dejo la paz. Es mi propia paz la que les doy, pero no se la doy como la da el mundo. No se preocupen ni tengan miedo.
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. Juan 14: 26
(RVR1960)
Hace unos años, mi familia y yo decidimos adoptar niñas pequeñas que fueron separadas de sus padres. Cuando ellas volvían con su familia, era doloroso pero sentíamos al Espíritu Santo que nos guiaba y nos indicaba a través del momento amargo. Pero, después de un tiempo nos agotamos emocionalmente y decidí no aceptar más niñas adoptivas.
Estaba en el salón de clases un día cuando una trabajadora social me llamó a la escuela donde enseño. Preguntó si podía acoger a una niña de cuatro años cuyos hermanos habían sido ubicados con otras familias.
Le dije a la trabajadora social que no podía y colgué.
Ya en el salón, una de mis estudiantes de tercer grado me abrazó y me dijo: «¡Maestra, qué buena tú eres!». Sentí que alguien me había arrojado un cubo de agua fría a la cara. «¿Yo, buena?» pensé. Había negado mi ayuda a una pequeña desamparada. Sentí como que el Espíritu Santo me estaba hablando. Así que, llamé a la trabajadora social y le dije que aceptaría, pero les advertí que tendrían que buscar un hogar lo más pronto posible. El hogar permanente nunca llegó.
Han pasado 14 años desde que la indicación del Espíritu Santo trajo a esa niña pequeña y frágil a nuestro hogar. Se ha convertido en una hermosa joven que ha traído a nuestra familia muchas bendiciones y ha enriquecido nuestras vidas.
ORACIÓN DE HOY
Dios bondadoso, ayúdanos a discernir las indicaciones del Espíritu Santo y cuida de los más vulnerables entre nosotros. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
PENSAMIENTO DEL DÍA
Sirvo a Cristo cuando escucho las indicaciones del Espíritu Santo.
OREMOS
Por los hogares sustitutos.