El arte de conocerse: Descubre y capitaliza tus talentos ocultos.
A lo largo de la historia, hemos atravesado distintas eras, y en cada una, lo que las personas valoraban era distinto.
En la era de la agricultura, se valoraban los recursos naturales de un territorio y se invertía principalmente en tierras.
En la era industrial, se valoraban las nuevas industrias y se invertía principalmente en fabricas. Fue durante esta época que el petróleo impulsó grandes transformaciones e innovaciones.
En la era del conocimiento se valoraba la información y lo que se podía lograr con ella, por ello se invertía en títulos y conocimientos.
Actualmente nos encontramos en la era del emprendimiento, la información sigue siendo necesaria y valiosa pero en un mundo sobrecargado de información, esta deja de ser el principal activo valioso.
En esta nueva era, se valora más al capital humano y las habilidades emprendedoras. Habilidades especialmente valiosas que permitan generar cambios e innovaciones. Hoy me centrare en una fundamental de cualquier buen emprendedor: El autoconocimiento.
"El autoconocimiento es el nuevo petróleo del siglo XXI" -Borja Villaseca
Como bien señala Borja: "El autoconocimiento es el nuevo petróleo del siglo XXI". El verdadero activo en esta nueva era radica en descubrir y potenciar nuestros talentos, siendo nosotros mismos los arquitectos del cambio y la innovación.
Descubriendo tu misión única.
Buscar tu propósito en la vida es toda una aventura llena de sorpresas y descubrimientos.
Para guiarte en este proceso, quiero presentarte el concepto japonés IKIGAI. Si intentamos traducirlo, IKIGAI sería algo así como tu 'razón de ser' o 'propósito de vida'. La cultura japonesa valora profundamente este concepto, creyendo que cada individuo debe dedicarse apasionadamente a su misión vital hasta sus últimos días.
El IKIGAI, en su esencia, nos propone considerar cuatro elementos fundamentales al tratar de descubrir nuestros verdaderos talentos:
La magia del IKIGAI radica en encontrar ese punto donde estos cuatro elementos convergen.
¿Te imaginas un día en que ir a trabajar no se sienta como un deber, sino como un gusto? Estarías movido por la pasión, empleando tus habilidades, sirviendo un propósito mayor y siendo reconocido por ello.
Marcos Vázquez, uno de mis autores favoritos, afirma que la esencia del desarrollo personal se encuentra en descubrir y potenciar nuestros talentos.
Gastar tiempo intentando mejorar nuestras debilidades puede llevarnos solo a ser promedio en áreas donde no sobresalimos. En cambio, es más provechoso centrarnos en lo que hacemos de manera natural y con pasión.
Esto no implica que dejemos de lado nuestras debilidades, sino que prioricemos aquello que nos brinde resultados desproporcionados, es decir, lograr un gran impacto con menor esfuerzo.
Sé que esto podría sonar abstracto, así que te mostraré un ejemplo personal.
IKIGAI en acción: Mi propia experiencia.
Para ilustrar mejor cómo se aplica el concepto de IKIGAI, te compartiré algunos aspectos personales que reflejan mi 'razón de ser' y cómo estos se entrelazan.
1. Habilidades (Aquello en lo que destaco naturalmente)
2. Pasiones (Lo que me encanta hacer)
3. Propósito (Contribuyendo al mundo)
4. Recompensa (Monetizando mis talento y pasiones)
Al identificar y resolver las necesidades de las personas, naturalmente surge una recompensa económica. Aquí algunos ejemplos de cómo lo hago:
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Con todo esto claro, he definido mi misión personal: "Empoderar a programadores para que potencien su valor en el mercado y, por ende, multipliquen sus ingresos."
Este es solo un esbozo de mi IKIGAI. Recuerda que cada persona es única, y lo que funciona para mí podría no ser lo ideal para ti. El desafío está en hacer el ejercicio por ti mismo y descubrir tu propio IKIGAI.
Descubre tu IKIGAI con el método socrático
Me fascinan las preguntas, especialmente las que despiertan algo profundo en nuestro interior. Son preguntas que desencadenan reflexiones poderosas.
Te presento el siguiente cuestionario. No pretende ser exhaustivo, pero tiene como objetivo guiarte en tu introspección y autoconocimiento.
Veamos:
Bloque de Habilidades (Donde destacas naturalmente)
Bloque de Pasiones (Lo que te encanta hacer)
Bloque de Propósito (Lo que el mundo necesita)
Bloque de Recompensa (Lo que tiene un valor económico)
Hack: Reflexiona sobre esos momentos de epifanía que han marcado un punto de inflexión en tu vida. Son indicadores valiosos de lo que realmente importa para ti y pueden guiarte en tu proceso de autodescubrimiento.
Consejos finales
Una vez que tengas una idea clara de tu IKIGAI, ¡no te quedes sentado! Es hora de moverse y probarlo en la vida real. Poner a prueba tus hallazgos te permitirá refinarlos, adaptarlos y hacerlos más precisos con el tiempo.
Si eres emprendedor, designa un presupuesto y tiempo para realizar experimentos que validen tus hipótesis. Testea tus ideas, lanza prototipos rápidos o realiza encuestas. Lo importante es recibir feedback real y actuar en consecuencia.
Si eres empleado o intraemprendedor, puedes aplicar tu IKIGAI en tu entorno laboral actual:
Recuerda: tu IKIGAI no es algo estático. A medida que creces y cambias, tu razón de ser y propósito también puede cambiar. La clave está en la constante introspección, adaptación y, sobre todo, en la acción.
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