El auge de la cosecha mecánica
Cada vez se habla más de la cosecha mecanizada de tomate. Sencillamente,
porque esta opción se presenta como la indicada para lograr dos objetivos
fundamentales. Nos referimos a los propósitos trazados de manera conjunta
entre el productor y la industria. ¿Imaginas cuáles son?
Por un lado, el deseo del productor de levantar sus tomates en tiempo y forma y, por otro lado, el anhelo de las fábricas de recibir frutos en condiciones para ser procesadas correctamente.
Lo cierto es que, en el medio del camino —entre uno y otro— se encuentra el
servicio de cosecha. Se trata de una propuesta ordenada a partir de la cual se
interviene el campo con máquinas. Estas, fuertes y robustas, son capaces de
recoger el cultivo sin dañar el fruto y cargar más de diez equipos diarios, cuyo
destino final será la industria. ¡Cómo no contar con este servicio!
Ahora bien, la cosecha mecánica se recomienda por una razón de “escala”. En
la actualidad, si relacionamos la superficie plantada con tomate y la cantidad de
kilos que se obtiene en total; resulta imposible pensar recogerlo con trabajo
humano. Para hacerlo, el productor debería contar con alrededor de 300
personas. Sin embargo, esto no es garantía de calidad. Entonces, resulta
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inviable.
Para una mayor practicidad, una cosechadora no solo es capaz de completar
más de diez equipos diarios, si no que, además, puede realizar un trabajo
completo sobre el cultivo. Tarea que se articula con el productor y que resulta
de su beneficio, pues se asegura una buena cosecha.
Si bien, un miedo recurrente es la agresividad que la máquina presenta al
separar el fruto de la planta; lo cierto es que años de tecnología vienen a
salvarlo. Las nuevas cosechadoras de tomate han mejorado su operatividad, lo cual permite llegar con cultivos saludables a las fábricas.
En AgroBiDa estamos empapados en el tema. Nos dedicamos hace 12 años al
mundo del tomate, sobre todo, a su cosecha. Por ello, hemos perfeccionado la
maquinaria con la cual trabajamos y capacitado a nuestro personal para lograr
los resultados esperados.
Los productores y la industria ya nos conocen.
Confían en nosotros y, juntos, hacemos realidad el tomate que llega al mercado.