El Autismo y la iglesia.
Dr. Luis Blanco

El Autismo y la iglesia.

El autismo y la iglesia.

La iglesia debe ser un lugar seguro y acogedor para las personas con autismo, puesto que el TEA es increíblemente complicado y aun mas si le añadimos el miedo y la ignorancia. Lamentablemente algunas congregaciones desconocen el tema o tratan de ignorarlo con la idea que la situación desaparecerá. Los días de algunos padres estan llenos de pataletas, terapias, risas, llantos, pero también de mucha oración y la iglesia debe ser consiente de ello y apoyar a las familias desde lo espiritual y lo emocional. 

Dicho de manera simple, el autismo es «un trastorno del desarrollo de gravedad variable que se caracteriza por la dificultad de la interacción social y la comunicación, y por patrones repetitivos de pensamiento y comportamiento». Esto simplemente significa que no existen dos personas con autismo que sean iguales. Esto es parte del desafío del diagnóstico y por qué se le denomina espectro. Todos estamos en algún tipo de espectro. 

¿Qué no es el autismo?

No es una enfermedad mental. No se desarrolla en el tiempo ni es el resultado de un trauma; es algo con lo que naces. No existe cura, pues es un trastorno en las conexiones neuronales. Un cerebro normal se adapta a su entorno y a sus estímulos, mientras que un cerebro de una persona con autismo tiene problemas para hacer eso. A veces, el cerebro de una persona con autismo no se puede adaptar en lo absoluto. Otras veces, puede adaptarse, pero a una velocidad mucho más lenta.

No es una discapacidad del aprendizaje. Algunas personas con autismo tienen dificultades del aprendizaje, pero algunas pueden sobresalir debido a la pieza del puzzle relacionada con «el pensamiento y al comportamiento repetitivo». Por ejemplo, algunas personas con autismo podrían no leer bien, pero pueden hacer cálculos sin mayor esfuerzo. O, podrían no hablar, pero pueden pintar un horizonte después de verlo solo una vez.

Una persona con TEA debe congregarse aunque un servicio dominical tenga muchos niveles de dificultad por lo cual la iglesia debe ser un lugar seguro y acogedor no una muralla de mitos y paradigmas sobre el tema.

No obstante, ¿Qué tiene que decir la Biblia sobre el TEA?

La Biblia nunca aborda explícitamente lo que culturalmente definimos como «necesidades especiales». Sin embargo, a partir de los principios bíblicos implícitos, estas son un par de cosas que podemos hacer:

Ser cortes y practicar la hospitalidad: A las personas con TEA no se les tiene miedo ni se les debe simplemente tolerar, sino que deben ser llevados a la comunidad ( tanto como sea posible) y aceptarlas con amor y paciencia (1co. 13).

Recordar que son personas hechas a la imagen y semejanza de Dios:  Las personas con TEA son hechas a imagen y semejanza de Dios y son intrínsecamente dignas, incluso con sus capacidades y necesidades especiales. (Gen 1:27).

Recordar que el poder de Dios es perfeccionado en la debilidad:  A Dios le agrada avergonzar a los sabios y fuertes al usar a los débiles y a los que no tienen poder. No solo esto, Pablo encontró contentamiento en su debilidad, porque lo hizo depender aún más de Cristo. Las personas con autismo pueden ser una maravillosa representación de esta verdad. (2da Cor. 12:9-10)

Las personas con TEA tienen unos dones extraordinarios dados por Dios:

  • Don de la protección
  • Don de ver las cosas de manera objetiva
  • Don de respetar las reglas
  • Don del enfoque
  • Don de la compasión
  • Don del trato con los animales.

Dios puede usarte para ayudar a alguien con un TEA, quizá sin que te des cuenta. Y para aquellos con un TEA, descansa en el hecho de que Dios te ama, te conoce, y te cuida. Aférrate a la verdad de la palabra de Dios y, cuando te enfrentes a un reto, recuerda esto: “Y mi Dios proveerá a todas sus necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. (Fil. 4:19).

Dr. Luis Blanco

Presidente de la Asociación Teológica de Venezuela


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