El Caso Nadia, ¿cómo evitar que vuelva a suceder?
Casi un millón de euros recibidos como donativos sin control ni transparencia han provocado la alarma entre muchos donantes y entre muchas organizaciones que trabajan en serio por el interés general. La picaresca sigue existiendo: lo que hace años era en la calle por señoras con niños en brazos, ahora pueden ir a televisión y en pocos días obtener decenas de miles de euros. Pero la picaresca es la misma.
Lo que más sorprende de estos casos es el poco o nulo control que algunos medios de comunicación, alguna televisión, hacen de sus programas. ¿Cómo es posible que en el caso Nadia, se hablase de una fundación cuando en unos minutos por internet sabes que era una asociación registrada en Baleares? o ¿cómo no se extrañaron de que no pudiesen desgravarse fiscalmente por las ayudas? ¿O de que no hubiese transparencia en las actividades?
¿Puede evitarse? Si. Tan solo hay que tener claro que cada euro que aportemos tenga una contraprestación fiscal: que nos sirva para desgravarnos en nuestra renta o en nuestro impuesto de sociedades. Así aportando 100 euros, realmente nos cuesta solo 25 euros pues nos podemos desgravar 75 en nuestros impuestos.
Solo las fundaciones y algunas asociaciones, las declaradas de utilidad pública, y que además se acogen ante Hacienda a la ley 49/2002 del mecenazgo, pueden ofrecer a sus donantes la desgravación fiscal. Y solo estas fundaciones cumplen con la ley, justifican todos los donativos, los comunican a Hacienda, son transparentes y sus fines son de verdad de interés general, es decir superando los propios intereses de uno o de su familia.
Solo las fundaciones y algunas asociaciones, las declaradas de utilidad pública, y que además se acogen ante Hacienda a la ley 49/2002 del mecenazgo, pueden ofrecer a sus donantes la desgravación fiscal.
Además, mientras que una asociación se puede constituir en una hora, una fundación puede tardar muchos meses, se pasa por un notario, se aporta un patrimonio fundacional, etc.
Y son la inmensa mayoría las fundaciones que trabajan por el interés general de una forma desinteresada, muchas veces con la ayuda de los voluntarios y en tantos temas que el Estado no consigue hacer o no sabe. El caso de las enfermedades raras es tremendo: los padres que luchan contra el tiempo para recaudar fondos que sirvan para pagar a los médicos (no lo hace el Estado) y que investiguen y así poder salvar a sus hijos. La pregunta sería: ¿tanto le cuesta al estado ayudar a la investigación, que tienen que ser los propios ciudadanos los que lo hagan?
Crear una fundación es decidirse por afectar unos bienes, derechos o recursos para cumplir unos fines de interés general, sin repartir los beneficios entre los fundadores.
Tienes más información acerca de sobre qué es una fundación en esta entrada que publicamos hace tiempo en el blog:
Si tienes alguna duda acerca de la constitución de fundaciones, no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través de la web, de nuestro correo electrónico o en el teléfono 660 392 192.
Esta entrada ha sido publicada en el blog de Ramón Pérez Lucena, en www.abogadodefundaciones.com.