El concepto "agronegocios" atrasa 50 años

El concepto "agronegocios" atrasa 50 años

Uno de los grandes mitos vinculados con el relato del campo es el uso del término “agronegocio” asociándolo directamente con el término“alimento”. Agronegocios es un concepto que surge académicamente hace ya más de medio siglo, aunque fue tomado en la academia argentina ( y también en el sector público) a inicios de los años ‘90.

La pregunta es: ¿Por qué la necesidad de “empardar” ambos términos cuando remiten a conceptos distintos, aunque ambos remiten a los productos de la tierra? Creo que detrás de la idea de agronegocios, las organizaciones del campo con su siempre fuerte poder de lobby, han querido sumarse a las tendencias que desde hace ya casi 30 años vienen modificando el escenario alimentario. Pero la cosa dista, a mi entender, de ser algo empardable.

El “agronegocio” no es otra cosa que pensar el negocio agropecuario bajo un modelo de cadena, con tendencia hacia la verticalización de los procesos productivos y logísticos. Es decir, un modo de acomodar conceptualmente lo que en la práctica es el resultado de la lógica de comoditización de los productos agropecuarios, esto es, de ser más productivos para que la rentabilidad se mantenga. Los sistemas productivos del campo (como los de cualquier otra commodity) operan, salvo eventualidades, con tendencia a la baja de los precios, y requieren, para ser competitivos, de un constante aumento de la productividad (dado un recurso suelo determinado). Incluso cuando la superficie cultivable aumenta, como es el caso de las últimas décadas, el problema es aún más notorio.

En esta asociación de “cadenas productivas” es que muchos sectores han encontrado mejores condiciones de producción y una tendencia a la baja de los costos que, en muchas cadenas, es lo que les ha permitido sostenerse pie. Dicho de otro modo: la verticalización de la producción agropecuaria, su constante concentración, y la cuasi fusión del sector agroindustrial con el farmacéutico es lo que hace que el negocio agropecuario siga siendo rentable a fuerza de mejoras en la productividad por hectárea. Dejamos para otro momento el tema, no menor, del impacto ambiental en sus distintas manifestaciones (suelo, calentamiento global, etc.).

Los agronegocios es el refugio teórico por excelencia de las grandes multinacionales agropecuarias. Pero este marco de análisis no tiene absolutamente nada que ver con el mundo de los alimentos y la alimentación. El problema surge en tanto que los “intelectuales” o “voceros” del campo quieren imponer a toda costa la idea de que un alimento es algo que deriva de manera directa de algún “agronegocio”.

¿Por qué pienso que no es así? Por una cuestión elemental: el modelo de pensamiento de los “agronegocios” está estrictamente concentrado en el análisis y la intervención sobre la oferta y no considera que del otro lado del mostrador existe algo llamado demanda. O sea, consumidores pensantes. Ni siquiera considera la demanda en términos cuantitativos, ya que lo que no se vende (por inconveniencia de precios o restricciones de acceso a mercados) es acopiado hasta nuevo aviso, es decir, un momento más oportuno para su venta. Incluso hay desarrolladas herramientas financieras sofisticadas tendientes a manejar estos aspectos, a la espera de los mejores precios. En segundo lugar, la conceptualización de “agronegocio” no tiene la más remota idea ni marco teórico de referencia para pènsar la demanda como un fenómeno socialmente determinado por tendencias de consumo.

El consumidor no tiene lugar de referencia en el modelo perimido y agotado de los “agronegocios”. Lamentablemente, quienes forman parte de la élite administrativa de los organismos del Estado, así como de los representantes de las organizaciones sectoriales, sostienen este modo de pensar y operar, sin considerar que hay tendencias que están modificando el mundo de los alimentos. Tendencias originadas y motorizadas por consumidores cada vez más inteligentes y comprometidos tanto con la buena alimentación como con el cuidado ambiental.

En síntesis: agronegocios no tiene que ver con alimentos como quieren hacernos creer aquellos que están todo el tiempo queriendo empardar la imagen del campo con lo que está sobre nuestra mesa a la hora de comer.


Lucio Nicolás Naya Garat

Socio en Seiton AG | Desarrollo de Fertilizantes

8 años

No entendí la hipótesis que disocia alimento con agronegocios pero es bueno abrir el debate!

La gran mayoría no tiene ninguna integración vertical, y sin embargo practica una forma de agronegocio.

Cristian Ruiz

Estrategia Corporativa y Gestión de Riesgos. Nuevos Negocios y Fusiones y Adquisiciones (M&A). Desarrollo Sustentable

8 años

Los Agronegocios deben dejar paso a la Farm Share Economy

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