El cultural fit en marabierto

 

Tras salir del mundo de las grandes compañías hace 15 años fue menguando mi interés en seguir en tiempo real todas y cada una de las tendencias de gestión. Por eso me perdí el auge del cultural fit --o compatibilidad del empleado con el estilo de la empresa. Pero en mi pequeña empresa de decoración, y sin enterarme que estaba de moda, llegué a destilar el mismo concepto.

Con la publicación esta semana de un artículo en The New York Times donde se advierte del peligro de caer en prácticas discriminatorias o simplemente tontas en aras del famoso fit, me puse a pensar en qué es lo que he articulado en estos cinco años de gestionar una empresa pequeña en Uruguay en materia de recursos humanos, y en qué se diferencia mi enfoque de lo que describe la nota del NYT.

He notado que tanto la encargada de nuestras selecciones de personal –la licenciada María Paula Díaz— como yo intuitivamente sabemos de lo que hablamos cuando decimos que alguien “encaja con el equipo” o no. En la práctica, en general es algo que se devela en la primera semana de trabajo del nuevo integrante del equipo. A veces el primer día.

El rasgo número uno que buscamos es el espíritu colaborativo. Suena a cliché, pero es excluyente y no es obvio ya que muchísima gente no lo posee.

En segundo lugar, y parecido al requisito anterior, buscamos humildad. Humildad no es servilismo, sino lo opuesto de soberbio. En una empresa chica donde pese a tener funciones bien definidas todos en algún momento u otro hacemos de todo, ninguna tarea es denigrante, ni lo es la función de ningún otro empleado. Es obvio pero culturalmente en Uruguay, nada generalizado.

Con los dos requisitos anteriores cubiertos, sabemos que estamos frente al tipo de gente con la que queremos trabajar. A partir de ahí, el fit pasa a depender del equipo en general. En lugar de privilegiar la homogeneidad, cuyas desventajas y peligros advierte el artículo del NYT, yo busco la diversidad. Historias y formaciones complementarias, experiencias de vida y laborales distintas, círculos sociales diferentes, todo suma.

Así, con algunos líderes, otros seguidores, un par de introvertidos, otros gregarios, analíticos, impetuosos, inquietos y tranquilos se conforma un equipo donde la calidad humana es la base, y el resto son aptitudes y rasgos complementarios que se entretejen para crear un todo más fuerte.

Así interpretamos es nuestro cultural fit en marabierto.

John W. Jones

Production Associate at New York City Tourism + Conventions

9 años

Love it. Un amigo mio super bestia trabajaba en una compania de luxary goods, cuando lo inevitable sucedio le dijeron "your style doesn't fit the company culture"

Muy buena tu publicación Margarita. Un abrazo para ti y para Barby

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