EL DECRETAZO, UNA BURLA AL LEGISLATIVO

Hemos vist publicado en el BOE el acuerdo de convalidación el Decreto Ley del Gobierno para la renovación urgente del Consejo de RTVE. No es el primer DL; el Gobierno anuncia muchos. Al hilo de esto, como jurista, me preocupa lo que de hurto al legislador supone el uso abusivo que han venido haciendo los sucesivos Gobiernos del DL, previsto para supuestos inaplazables y urgentísimos.

Porque el que el Ejecutivo “legisle” a base de “decretazo” no es, desde luego, lo querido por la Constitución, que ciñe el DL a casos de “extraordinaria y urgente necesidad” (por ejemplo, que afecten a la seguridad colectiva, a la defensa nacional, a situaciones de emergencia o similares), tal y como autoriza al Gobierno el artículo 86 CE, para que pueda dictar normas con rango formal de ley en situaciones que requieran una rápida intervención. El DL -no se olvide-es una excepción al procedimiento legislativo ordinario, y como tal sometida en cuanto a su ejercicio a la necesaria concurrencia de determinados requisitos que la legitime, debiendo concurrir el presupuesto habilitante y que no se adentre en la regulación de las materias expresamente excluidas o que estén reguladas por tratados o acuerdos jurídicos sometidos a derecho internacional. Ese presupuesto es un límite jurídico a la actuación mediante DL susceptible de control por parte del Tribunal Constitucional que podrá, en supuestos de uso abusivo o arbitrario, declarar su inconstitucionalidad por invasión de las facultades reservadas a las Cortes Generales por la Constitución.