El desafío de la disposición final de los envases de triple laminado: Desde la producción hasta el descarte.

El desafío de la disposición final de los envases de triple laminado: Desde la producción hasta el descarte.

¿Que es un envase triple laminado? 

Un envase triple laminado es aquel que está elaborado con plástico/polímeros, cartón y aluminio. Muchos de estos envases tienen además una tapa/apertura elaborada con plástico para mejorar el vertido de los alimentos líquidos contenidos en su interior.

Históricamente, este tipo de packaging asegura la calidad, esterilidad y el sabor de los alimentos líquidos mucho más tiempo que otras alternativas. Por eso, se estima que el mercado de los envases laminados genera unos 100.000 millones de dólares de movimiento por año a nivel mundial, con un incremento de un 10% anual. En Argentina, se produjeron 4,3 millones de envases de este tipo durante el año 2023.Sin embargo, el principal desafío asociado con estos sistema de embalaje radica en la dificultad técnica para reciclarlos y separar los diferentes materiales con los que están hechos.

En la industria alimentaria, en los últimos años ha aumentado considerablemente el interés tanto de los clientes como de los usuarios y productores por la búsqueda de productos más sostenibles. El embalaje desempeña un papel crucial en la mejora del valor de los alimentos. A lo largo de toda la cadena de producción, la sostenibilidad se ha convertido en un valor fundamental tanto para cumplir con las normativas como para reducir los costos operativos. En este sentido, varias empresas líderes en la fabricación de envases de triple laminado están buscando obtener certificaciones internacionales que demuestren la sostenibilidad de sus productos. Además, se han establecido compromisos a nivel internacional para garantizar la sustentabilidad del embalaje usado en la industria alimentaria.

Últimamente, notamos que muchas empresas con renombre internacional están realizando campañas de marketing utilizando el concepto de sustentabilidad en sus envases de triple laminado.

Según datos oficiales locales, dentro de las empresas más importantes de Argentina que utilizan este tipo de envases, las mismas declaran que el 88% del material es de origen renovable. ¿Qué significa este dato? ¿Basta con que el material sea renovable para que el producto en sí lo sea? ¿Qué pasa con la disposición final?

Como en la Argentina no está regulada esta terminología, debemos indagar la cadena productiva a nivel de los proveedores. Allí encontramos empresas internacionales que, por normativas de sus países de origen, tienen la obligación de cumplir con compromisos sustentables y hacer uso de determinada terminología a la hora de comercializar sus productos.

Durante la elaboración de los envases triple laminado se están utilizando polietilenos reciclables y biomateriales de origen vegetal que han obtenido certificaciones internacionales de sostenibilidad. De acuerdo con los requisitos para acceder a la certificación, estos plásticos están hechos de una mezcla de materiales reciclados y no reciclados. Además usan cartón obtenido a partir de áreas de gestión sostenibles (FSC™).  Las tapas/aperturas se están elaborando con plástico PET PCR y vienen “atadas” para evitar residuos plásticos en el ambiente. En cuanto al aluminio, algunas empresas lo están reemplazando por una malla hecha a base de fibras celulósicas impermeables y están testeando la aceptación por parte de los clientes del uso de esta nueva tecnología. Los que se comercializan actualmente usan una capa muy delgada de aluminio que obtienen de proveedores que cumplen con la certificación global ASI. Todas estas iniciativas están vinculadas a mejorar la sustentabilidad a nivel de la elaboración. En palabras más sencillas, están incorporando prácticas de circularidad a su circuito productivo

Sin embargo, a la hora de establecer el porcentaje de reciclabilidad de estos envases post uso, no existen datos claros en cuanto a la cantidad de envases que se están reciclando a nivel mundial. Si bien algunas empresas tienen centros de reciclado en Europa e invierten en mejorar su circularidad, esto se debe a la necesidad de cumplir con la reglamentación del envasado y los desechos del envasado (PPWR) propuesta por la Unión Europea. Estas plantas de reciclado están enfocadas en la separación del triple laminado (que como indicamos antes, es todo un desafío) y circularidad del cartón de los envases. Existe una Startup alemana que desarrolló un sistema tecnológico escalable que permite separar y reciclar los tres componentes: cartón, plástico y aluminio.

En Argentina existen algunas cooperativas que realizan el retiro de los envases triple laminado vacíos y luego los entregan a empresas que los procesan e intentan recuperar  el cartón o el aluminio. Estas empresas  elaboran nuevos productos con materiales recuperados, en algunos casos usando  los envases triple laminado. Por otra parte existen algunas cooperativas y estaciones de reciclado locales que reciben plástico PET  proveniente de las tapas  colaborando indirectamente con el “reciclado” de estos empaques. Una sola empresa argentina elabora placas ecológicas a partir del reprocesamiento, triturado y secado de rezagos industriales no contaminados de los envases de triple laminado. La realidad es que no hay datos concretos de cuántos envases son reciclados y  cuántos terminan en relleno sanitario. No existe un sistema de gestión local ni regulación alguna sobre la circularidad ni sustentabilidad de estos empaques.

Es esencial invertir en mejores sistemas de gestión para lograr una economía y un planeta más próspero. 

Para los interesados en sustentabilidad e innovación, la problemática del triple laminado presenta una oportunidad para liderar el cambio y promover prácticas más responsables a nivel de la disposición final.

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