El Efecto Miguel Ángel
El efecto Miguel Ángel es un concepto en psicología social y relaciones interpersonales que describe cómo las personas en una relación cercana, como una pareja romántica, pueden influir positivamente en el desarrollo personal y el crecimiento del otro. Este efecto toma su nombre del famoso escultor italiano Miguel Ángel, quien creía que su labor consistía en "liberar" la forma perfecta que ya estaba dentro del mármol.
En este contexto, el efecto Miguel Ángel implica que:
Por ejemplo, si alguien aspira a ser más organizado o a desarrollar su carrera, una pareja que fomente esas cualidades con apoyo y comprensión, sin imponer sus propios ideales, está ejerciendo el efecto Miguel Ángel.
En esencia, este concepto resalta la importancia de las relaciones que no solo apoyan, sino que también inspiran y promueven el crecimiento personal de manera significativa.
Cómo Aplicar el Efecto Miguel Ángel en tus Equipos
Imagina por un momento que cada miembro de tu equipo es como un bloque de mármol lleno de potencial, esperando ser esculpido. Como coach, tienes la oportunidad de convertirte en ese "escultor" que ayuda a cada persona a descubrir y liberar su mejor versión. Este enfoque, conocido como el efecto Miguel Ángel, es una herramienta poderosa que no solo transforma a las personas, sino que también fortalece al equipo completo.
Aquí te comparto cómo aplicar este concepto de una manera práctica y humana:
1. Conecta con las personas, no con los roles
Detrás de cada puesto, hay una persona con sueños, fortalezas y miedos. Tómate el tiempo para conocer realmente a tu equipo. Pregunta, escucha y observa.
2. Reconoce el potencial que ellos aún no ven
A veces, las personas no se dan cuenta de lo que son capaces de lograr. Ayúdalos a ver lo que tú ya ves en ellos.
3. Construye un plan, pero hazlo sencillo
Ayuda a tu equipo a crear pasos claros y alcanzables para avanzar hacia sus metas.
4. Sé el mayor fan de sus logros, grandes o pequeños
La motivación se construye con pequeños momentos de reconocimiento. Celebra los avances, incluso si parecen insignificantes.
5. Fomenta el apoyo mutuo en el equipo
Un equipo que se apoya es un equipo que crece junto. Promueve una cultura donde todos reconozcan y celebren el potencial de los demás.
6. Recuerda: no se trata de ti, se trata de ellos
Como coach, no eres el héroe de la historia. Tu trabajo es estar ahí para apoyar, guiar y, a veces, desafiar.