El empleo pos pandemia: ganadores y perdedores.
¿Se viene una recuperación a dos velocidades en materia de empleo y consumo? En plena segunda ola del Covid-19, y cuando la incertidumbre sobre lo que ocurrirá en las próximas semanas tiñe todo el panorama, es difícil imaginar un poco más allá. Pero desde que estalló la pandemia hace más de un año las consultoras especializadas se ocupan de estudiar los cambios y formular proyecciones sobre cuál sería el mundo que nos espera una vez que todo esto haya quedado atrás.
McKinsey realizó distintos informes sobre la temática y acaba de difundir uno (1) en el que analiza los factores que podrían persistir en los años que vienen. Un punto de ese trabajo que está en línea con el contenido compartido semanas anteriores se relaciona con el futuro del empleo. Según la consultora, la mayor parte del crecimiento del empleo corresponderá a ocupaciones con salarios altos, lo cual profundizará las diferencias con los sectores de bajos ingresos.
¿Qué puestos crecerán en demanda y de qué sectores? Salud, todas las profesiones ligadas con STEM (ciencia, tecnología, ingeniería, matemática) y la economía verde. En el caso del transporte, dice McKinsey, también puede haber generación de nuevos empleos por la irrupción de las aplicaciones de entregas.
En cambio, se prevé que caiga la demanda de posiciones de ventas, servicio al cliente, asistentes administrativos y contables y otro tipo de servicios de soporte en las compañías. Es decir, muchos empleos tradicionales como los conocemos hoy. Tampoco se prevé una creación de puestos en sectores como producción de alimentos o logística. Ese impacto se sentirá en las franjas de salarios más bajos o que demandan menor nivel de especialización. El informe efectuó proyecciones para ocho países (Estados Unidos, España, Reino Unido, Francia, Alemania, Japón, China y la India) y calculó que unos 100 millones de trabajadores podrían tener que cambiar de empleo hacia 2030. La cifra es un 12 por ciento más de las proyecciones que la propia firma hacía previo a la pandemia.
Conseguir nuevos empleos para esos casos demandará, por supuesto, otras habilidades marcadamente diferentes a las actuales, se advierte. De ahí la importancia que adquirirá la capacitación y la dimensión del desafío que enfrentarán las sociedades.
Esa doble velocidad en las oportunidades de crecimiento se proyecta también a las empresas. Las más grandes que están innovando hoy y concentran la mayor proporción de las inversiones en Investigación y Desarrollo (I+D) podrían sacar ventajas competitivas cada vez más grandes que amplíen la brecha con las más chicas, alerta McKinsey. Son una minoría que deberá expandirse para que las ganancias de productividad derramen al resto.
Referencias: