El emprendedor resiliente
La palabra resiliencia puede tener diversas maneras de entenderla, pero en general hace referencia a la capacidad de sobreponerse a las adversidades.
Se dice que el “artista se alimenta del aplauso”, eso definitivamente no sucede con los emprendedores, incluso, parece que el alimento principal puede ser el fracaso.
¿Por qué se afirma lo anterior?
Es claro: si el emprendedor se alimentara solamente del éxito habría muy pocos emprendedores. Basta con ver las estadísticas poco favorables, las cuales indican que del total de nuevos emprendimientos solamente el 20% rebasa los dos años de existencia.
Podemos entenderlo de otra manera: si en la colonia donde vives este año se abren diez negocios, es muy probable que dentro de dos años solamente estén en funcionamiento 2.
¿Qué motiva al emprendedor a seguir intentando?
Existen diferentes tipos de emprendedores, pero no cabe duda de que hay un número muy importante de ellos que no se dejan vencer por las adversidades. Y paradójicamente el fracaso lejos de desanimarlos les alienta. No significa que el fracaso como tal sea la motivación, más bien es la experiencia que se ha obtenido y que en teoría va reduciendo la posibilidad de fallar nuevamente lo que hace pensar al emprendedor que está más cerca de conseguir su meta.
Se dice que la diferencia entre un terco y un persistente es el éxito. Un emprendedor llega a tener un poco de ambas. Una actitud de terquedad bien podría ser el buscar resultados diferentes haciendo lo mismo, en tanto que la persistencia no solamente consiste en volver a hacer las cosas, sino que se trata de mejorar constantemente.
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No todos los emprendedores resisten el castigo del fracaso. Hay quienes a la primera buscan otras alternativas (lo cual es totalmente válido), pero los que deciden quedarse en el mundo del emprendimiento y se van “acostumbrando” a las circunstancias adversas que casi siempre se presentan, terminan por adoptar eso como una forma de vida.
Otra de las frases comunes que llegamos a escuchar es: a veces perdiendo se gana.
En el caso del entorno emprendedor esto es muy cierto, ya que si algo caracteriza a los buenos emprendedores es saber sacar ganancia (no necesariamente monetaria) de situaciones negativas. Ya saben “mientras unos lloran, otros venden pañuelos”.
El emprendedor resiliente sabe que el fracaso o el éxito no son los destinos, más bien son circunstancias que se presentan en el camino.
Porque quien está emprendiendo a pesar de las fallas puede ser que no tenga la suficiente claridad para corregir el rumbo o también puede ser que tenga el objetivo tan bien definido que entienda que cada falla lo puede estar acercando más a lo que pretende.
Ya lo decía Edison: “No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla”
Autor: Irving A. Calvo V.