El espejismo de la reforma de la ley de garantía y uso racional del medicamento

En octubre en el curso de su primera aparición en público, Cesar Hernández, director general de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud y de Farmacia, había anunciado la inminente publicación del borrador de la reforma de la ley de garantía y uso racional del medicamento para final del 2022. El indudable compromiso no fue suficiente a pesar de estar acompañado por las mejores intenciones no fue suficiente para que se pudiera cumplir la promesa, debido a las implicaciones de la presidencia española de la Comisión Europea y a la necesidad de la aprobación previa de la reforma de la política farmacéutica europea.

El pasado martes en el curso del evento post ISPOR organizado por Diariofarma , el director general ha tenido una postura muy diplomática en frente al gran fervor de la audiencia de conocer las primicias de la anunciada reforma de la ley de garantía.

Su intervención empezó con una primera pincelada sobre la necesidad de crear un balance al desequilibrio entre la incertidumbre y la financiación de los medicamentos, para luego desglosar sus prioridades:

1.    Crear un tejido fuerte para la investigación en España

2.    Desarrollar un nuevo reglamento para la HTA

3.    Separar la evaluación de la toma de decisión

4.    Generar un continuum del sistema de acceso

5.    Definir los mecanismos para incorporaciones provisionales y para los acuerdos de financiación de nuevos fármacos

6.    Impulsar un sistema participativo, incluyente y transparente para todos los actores del ecosistema de salud in primis los pacientes

7.    Fomentar la innovación a través de la adopción de los biosimilares

8.    Encontrar las fórmulas que permitan reposicionar los medicamentos evitando su salida del mercado

9.    Priorizar los medicamentos estratégicos para la salud pública como los antibióticos

10. Construir un plan estratégico integral que abarque la investigación, la capacidad industrial y el acceso entre todos.

Concluyó su intervención asegurando una respuesta ágil y flexible y reconociendo, al mismo tiempo, que el plazo a disposición permite trabajar los puntos mencionados solo de manera parcial y que la próxima legislatura concluirá la reforma.

La postura moderada de Cesar Hernández ha sido más que apropiada considerado que ayer la Unión Europea ha informado que el borrador del documento relativo a la política farmacéutica europea previsto para final del 2022 y aplazado para el 29 de marzo tendrá un ulterior retraso sin especificar de cuanto tiempo.

Queda entonces, una importante dicotomía entre la necesidad de modernización del Sistema Nacional de Salud comentada por el director general de Cartera Común y de Farmacia y la falta visibilidad de cuando esta necesidad será atendida.

El papel de director de orquestra en el área salud que España tenía que desempeñar en la Unión Europea en el curso de la Presidencia de la Comisión ahora requiere mayor liderazgo para poder moderar las conversaciones entre las diferentes corrientes políticas para aprobar el borrador y para cristalizar una reforma que cada día parece más un reto que una tarea.