EL Fantasma del compliance: la inacción en los equipos de ventas.

El otro día se me vino a la mente algunas de las tantas conversaciones que uno tiene con colaboradores y colegas, relacionadas al compliance y el cómo estas regulaciones afectaban en la agilidad de las compañías. Como muchos saben, el compliance no son más que las políticas y regulaciones internas de una organización y que les da el marco regulatorio de lo que pueden y no pueden hacer ante una determinada situación.

Recuerdo una conversación en particular, en donde la otra persona, indicaba que una determinada acción (cualquiera) no podía realizarse por “compliance”. A esta persona le pregunte ¿te has leído las políticas de la compañía?, ¿los SOP?, ¿los reglamentos internos? ¿dónde se indica que esa acción no se puede realizar? ¿existe algún acuerdo firmado con alguna organización? ¿con alguna asociación? ¿Con alguna cámara? Y la respuesta fue “no, nunca he visto algo que lo prohíba, pero siempre se ha sabido que por compliance no se puede hacer”

¿Cuántas veces escuchamos de pasillo que una acción (cualquiera), no se puede realizar por compliance sin detenernos a revisar las políticas? Esto es a lo que apuntaba con el titulo “El fantasma del compliance: la inacción en los equipos de ventas” ese fantasma que a veces aparece sin darnos cuenta e inmoviliza a la fuerza de venta al nivel de coartar su pensamiento “fuera de la caja” o a no atreverse a plantear ideas o formas de realizar una determinada acción o actividad porque siempre ha sabido que “por compliance no se puede”.

El compliance tiene sus Pros y Contras. Entre sus Pros podría ser que ayuda a prevenir violaciones a leyes y normas legales, evitando multas y sanciones millonarias. Por otra parte, mejora la reputación antes los diferentes stakeholders e inversionistas, además de reducir la ineficiencia a través del establecimiento de procedimientos claros. Otras ventajas que tiene el establecimiento de políticas, está relacionado directamente con beneficios para el colaborador en donde muchas de estas políticas fomentan el trabajo seguro, ético, equitativo e igualitario fomentando una cultura organizacional más positiva.

Entre sus contras y donde creo que se debería poner un mayor énfasis, es en la carga administrativa que conlleva la gestión del cumplimiento a estas normas, donde muchas veces se tienen que completar formularios, buscar información y llevar un registro a modo de respaldos, por otra parte, la resistencia interna de los mismos colaboradores y en algunos casos sus jefaturas que pueden ver en estas políticas una carga adicional de trabajo por lo que a veces es más fácil decir “no se puede por compliance” para así evitarse todo el “papeleo” de llevarlo a cabo.

Muchas veces los colaboradores en una organización, heredan “mitos” de cosas que no se pueden hacer (y muchas veces no saben el porqué), enlenteciendo a la organización y su búsqueda de resultados superiores. Creo que en nuestro rol como lideres de equipos, esta también el despejar estos mitos y potenciar el pensamiento creativo de nuestros colaboradores, sacando de su mente el “por compliance no se puede” si no tiene la certeza de haber leído en algún lugar, que efectivamente no se podía.