El futbol ya no volverá a ser igual

El futbol ya no volverá a ser igual

Más que un deporte, el futbol se convirtió en un negocio. Dejó de mover pasiones y sentimientos para mover billetes y transacciones.

 

A Neymar Jr no le va a faltar dinero nunca más en lo que le resta de vida. Ni a sus hijos, nietos, bisnietos y las cinco generaciones siguientes a ellos.

El brasileño anunció que deja Barcelona y parte rumbo a París. Se marcha porque el PSG le ofrece un contrato por cinco temporadas, 30 millones de euros anuales (sin contar la publicidad), además de ser el líder de un equipo que aspira a dar el salto qué le falta para dominar Europa.

Sin embargo, el Paris Saint-Germain deberá abonar primero al club culé los 222 millones de euros que están establecidos en su cláusula de recisión.

Nos quedamos sorprendidos cuando el Real Madrid pagó 94 millones por Cristiano Ronaldo. Creímos que nadie superaría los 101 millones de Bale. Perdimos el último atisbo de romanticismo cuando el Manchester United pagó 110 millones por Paul Pogba a la Juventus, y la Vecchia Signora usó 90 millones para comprar a Gonzalo Higuaín.

Entonces, de repente llega un equipo financiado por la fortuna de los jeques árabes y rompe el mercado al duplicar la transacción más cara; nos enseña que no hay límites y que, en el mundo del futbol como casi todo en la vida, con dinero podemos hacer lo qué sea.

¿Qué sigue?

¿Llega el Manchester City y abona los mil millones que vale Cristiano Ronaldo para llevárselo?

Con lo qué he visto ya no lo dudaría.

Inicia una nueva era en el futbol ,y en el deporte en general, en la que el Fair Play financiero deja de existir y la brecha entre los clubes ricos se hará todavía más grande con respecto a los clubes pobres.

La era “Neymar” podría tener una repercusión igual de grande, sin exagerar, a la Ley Bosman… Aquella que impulsó Jean-Marc Bosman en 1995 y que le permitió a los jugadores de futbol negociar sus contratos y “decidir” el destino de sus carreras.

La paradoja es qué todos ganaron, menos él.

La segunda gran modificación, a mi entender, ocurrió en el 2003 cuando Roman Abramovich compró al Chelsea y empezó a comprar jugadores a diestra y siniestra para su proyecto.

Entonces más multimillonarios vieron a los clubes de futbol como juguetes en los que ganaban prestigio y despilfarraban fortunas.

Florentino Pérez, antes del 2009, ya había cimbrado el mercado al pagar 75 millones de euros por Zinedine Zidane en 2001 y lo volvió a hacer ocho años después.

Mal el ejemplo de Pérez y de Abramovich… Porque a consecuencia de ello ahora tenemos el Caso Neymar y ya nada será igual dentro del mundo del futbol y todo lo que rodea a éste.


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