El Futuro de Mexico Depende del Exito de AMLO... y del apoyo del pueblo.

Es momento de reconstruir la descomposicion del pasado

A las políticas económicas del pasado las equiparo como el admirar una pintura impresionista, se ve espléndida desde lejos, sin embargo, vista de cerca está diseñada por formas inconexas. Así ha sido la política de globalización neoliberal Mexicana.

Andrés Manuel López Obrador, mejor conocido como AMLO, es un político sagaz que entiende al México empobrecido y al Mexicano. Convivio con el México profundo, formalidad que se evita pues la historia no se ha molestado en entenderlo. Dichas experiencias definen a AMLO, y así es como toma la presidencia y promete combatir la corrupción. Comenzando con las compañías petroleras y arremetiendo en contra de las bandas criminales, políticos criminales y entidades que han saqueado a México durante los últimos 80 años. AMLO representa esperanza no solo para México, sino también para Latino América, una esperanza que el 85% de los votantes la percibe posible, la esperanza de poder decir ‘primero México’ para ricos y pobres. ¡Los momios se barajan, el juego está en marcha y la apuesta es enorme!

En julio de 2018, como presidente electo, AMLO reconoció que estaba por recibir un país con un modelo económico insostenible. México, un país mágico con una desigualdad perversa. Por un lado, una economía competente de más de un trillón de dólares, y por el otro, una realidad desesperante para la mitad de la población viviendo en la pobreza; en donde radica el México profundo.

La insostenibilidad de la pasada estrategia económica no es una opinión, son datos duros de la OECD, en donde subsistimos al final del grupo en un gran número de métricas como; corrupción, acoso (bullying), femicidio, violencia sexual, asesinatos, desigualdad, ingresos fiscales (OCDE 13.12.2014) por mencionar algunas. Claramente la resultante de la insatisfecha corrupción de las instituciones gubernamentales.

 AMLO EL POPULISTA

El periódico The Washington Post describe a AMLO como el Trump Mexicano, y compara su administración con la de Maduro en Venezuela y la de Castro en Cuba. No es de extrañar pues L'actu du jour en las organizaciones de medios internacionales es el sesgarse a la izquierda, aveces a la extrema izquierda, y sin lugar a duda no son partidarios de un populista. Adicionalmente el Washington Post afirma que ‘la fragmentación impulsada por los populistas es una pésima noticia para la democracia’. Es más que evidente que el periódico extranjero y su ideología imposibilita un acercamiento epistemológico para la comprensión de una realidad compleja.

Para entender la orientación populista de AMLO, debemos primeramente entender de dónde venimos. El neoliberalismo en el siglo XX fue una progresión de las ideas del liberalismo económico del siglo XIX y su revelación del laissez-faire. En la década de los 80’s Margaret Thatcher y Ronald Reagan encabezaron las políticas económicas neoliberales, como la privatización, la austeridad, la desregulación y el libre comercio, mismas que se implementaron de manera práctica en el mundo desarrollado. En México, tropicalizamos dicho modelo y se olvidó el objetivo. Se incorporó un interés personal antes que el colectivo; la democracia era ilusiva, las instituciones eran frágiles y los excesos de gobierno abundantes. Las clases gobernantes engendraron una profunda falta de respeto a la ley y a las instituciones - ya de por si golpeadas -. La inclusión de México a la globalización pronto se volvió en desilusión para muchos. La mala gestión y la corrupción se hizo tangible. Los procesos de corrupción pasaron de ser un aspecto de la vida política Mexicana, a definirla como su propósito. La desincorporación y privatización de varios conglomerados centrales para los Mexicanos fueron altamente cuestionados.

El resultado fue un crecimiento desordenado, una desigualdad y violencia creciente, y el desarrollo de una subclase sin futuro ni esperanza. Y como es costumbre, otra crisis económica, en este caso por que ‘la economía estaba sustentada con alfileres’ y según se dice, ‘alguien se los quito’ sic.

Antes que AMLO ganara las elecciones, la clase gobernante experta, haciendo uso de su agudísima visión vitriólica, advirtió a los votantes que AMLO era un ‘peligro para México’ y sin cuestionamiento alguno, que conduciría al país a la fatalidad económica. No es de extrañar que este grupo de expertos son los mismos que han glorificado a cada uno de los últimos presidentes (Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto) como "reformistas, decentes y virtuosos".

El fundamento de la visión económica de AMLO supone la mejora económica para los pobres, en un país donde más del 50% son pobres, el desarrollo de nuevas infraestructuras, la reparación de la policía, el sistema judicial y gran parte de la administración pública, muchas desde cero. Ahora celebra reuniones matutinas en palacio nacional y realiza encuestas para entender la opinión del ciudadano. Importante he de mencionar que esta es la primera vez en la historia de México que se le ha preguntado al pueblo su opinión.

LOS MEXICANOS SON MARAVILLOSOS

La fuerza laboral de México es de aproximadamente 52.8 millones de personas, de acuerdo con datos del 2015. Orgullosamente la OCDE y la OMC consideran a los trabajadores mexicanos como las personas más trabajadoras del mundo. Un título positivo, y sin dudas difícil de ganar.

Una de las guerras más visibles ha sido la del huachicol en PEMEX. Se reveló que políticos y empresas saqueaban a PEMEX en un promedio de 60,000 barriles de gasolina diariamente; se cancelaron tomas ilegales, y se envió al ejército para acotar la entrega de hidrocarburos al mercado negro. Se descubrió una doble contabilidad en PEMEX con decenas de implicados, y se inició la presentación de cargos penales contra los corruptos. Sin duda un movimiento arriesgado, pero apoyado por el grueso de la población. El suministro de gasolina paralizo temporalmente a México, y una vez más los medios mexicanos y extranjeros se alborotaron pues AMLO estaba destruyendo la economía. En un par de semanas México había regresado a la normalidad.

La implementación del modelo económico neoliberal, con sus objetivos desviados genero un impacto negativo. La creciente desigualdad se volvió insostenible, la lectura del índice GINI es la más deteriorada entre los miembros de la OECD. Así termina otra etapa. La sabiduría neoliberal queda hoy para los libros de historia. América Latina, y de facto, gran parte del mundo se está moviendo hacia la derecha. AMLO es un hombre de la izquierda, pero con inteligencia de sobra para reformar su retórica económica y política; llegara pronto el momento de acelerar y empezar a rebasar por la derecha.

Actualmente AMLO tiene alianzas con las asociaciones empresariales más importantes, mantiene fuertes lazos con los gobiernos de América Latina, Europa y los Estados Unidos. Ha sido reconocido positivamente por organizaciones internacionales como la ONU, el Banco Mundial, etc. La mayoría de los empresarios mexicanos están convencidos positivamente.

La línea es clara, desarrollo económico y no a la corrupción. Pero existe una duda. ¿Tendrá AMLO la voluntad política para aplicar la ley a una pequeñísima minoría de la élite mexicana, que incluso se han hecho acreedores a ficha roja por parte de la Interpol? Ojalá, pues sería el principio de un orden que jamás ha existido, coordinación, aplicación de leyes, responsabilidades y consecuencias. Este escenario podría crear un caos multidimensional, ya que el poder económico y político de dicho grupo es inmenso. Por otro lado, se pudiera diferir a un indulto cordial, mas no bienvenido por la mayoría de la población.

La presidencia de AMLO cambia las reglas del juego, no solo para México, sino también para Latino América, incluyendo a Estados Unidos. El desarrollo sustentable de México es fundamental en la agenda de migración. Los riesgos en depender tanto en un solo hombre son enormes. Un asesinato, o un ataque al corazón podría derivar en un caos para los 130 millones de Mexicanos. Ante una situación así, no hay muro lo suficientemente alto para evitar un contagio. Si a AMLO le va mal, a todos nos va mal.

Juan Carlos Lara

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