El Gigantesco Vacío: En Busca de un Sentido en la Era del Caos
Encontrar un sentido no es una tarea metafísica ni filosófica abstracta; es, simplemente, identificar las razones o motivos, muy personales, que nos impulsan a hacer mejor las cosas que tenemos que hacer.
Recientemente, me he visto inmerso en reflexiones más personales, buscando entender entre muchas otras cosas, al gigantesco vacío que aqueja a muchas personas en la actualidad. Este vacío, omnipresente en nuestra sociedad, se encuentra particularmente en los jóvenes. ¿Qué lo provoca? ¿Por qué parece crecer día a día?
Las razones son múltiples y variadas: la presión constante por alcanzar el éxito, los cambios rápidos y continuos, la sobrecarga de información, crisis globales, la incertidumbre política, social y económica, la desconexión personal, el estrés, la pérdida de empleos y la inseguridad laboral, la violencia, la desigualdad y la desinformación. Vivimos en una era de caos, donde la estabilidad parece ser un lujo inalcanzable, cosa del pasado.
Frente a este vacío, las personas buscan desesperadamente rellenarlo y, faltaba más, “el mundo” está ahí para atendernos invitándonos a consumir productos, servicios e información a un ritmo frenético. Las personas se obsesionan con el culto al cuerpo, se sumergen en prácticas esotéricas, dietas extremas, hedonismo y algunos otros vicios más perjudiciales y nocivos. Pero, ¿realmente están encontrando lo que buscan? ¿Están llenando ese vacío o simplemente el vacío es insaciable y parece no tener fondo y se devora todo?
La verdad es que el llenado de ese vacío no puede ser con cosas de afuera, sino debe de darse en nuestro interior. La mayoría de las personas no ha hecho el esfuerzo de darle sentido a su vida, y quizá es porque no saben que pueden hacerlo. Encontrar un sentido no es una tarea metafísica ni filosófica abstracta; es, simplemente, identificar las razones o motivos, muy personales, que nos impulsan a hacer mejor las cosas que tenemos que hacer. Nuestra relación con el mundo y la realidad es a través de los sentidos. Por lo tanto, el sentido de nuestra vida debe estar alineado con nuestro contacto diario y cotidiano con la realidad. El sentido de la vida no está en un punto en el futuro, se encuentra en nuestro presente continuo, en nuestra cotidianidad, en nuestro quehacer diario.
No importa por lo que estemos pasando en este momento; lo importante es identificar qué sentido tiene para nosotros hacer lo que hacemos, o mejor dicho, lo que debemos de hacer en función de nuestro sentido de vida. Para encontrar este camino, podemos hacernos algunas preguntas fundamentales: ¿En qué realmente creo? ¿Qué estructura de valores tengo? ¿Cómo me siento ante tal o cual situación? ¿Cómo me siento conmigo mismo? ¿Qué es lo mejor que puedo hacer con lo que tengo que hacer? No tengo duda de que la conciencia es una gran consejera para empezar a responder estas preguntas. Pero para escuchar a la conciencia, hay que estar en un estado de apertura a la escucha, de silencio y de humildad. Hay que apartar implacablemente al ego y su ruido.
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Responder a estas preguntas nos permitirá identificar qué es lo que realmente estamos significando en nuestras vidas y a qué le debemos de dar sentido. Y sin duda, esta es una travesía de carácter individual.
La vida es una búsqueda constante de sentido. No podemos esperar que los bienes materiales, las modas pasajeras o las soluciones rápidas llenen el vacío que sentimos. Debemos mirar hacia adentro y ser honestos con nosotros mismos. Sólo así podremos encontrar las razones que nos impulsan y motivan, y empezar a vivir una vida con propósito y significado.
En lo personal, he descubierto que entender mi vida desde el camino propuesto por Jesús, me hace todo el sentido.
Invito a todos a reflexionar sobre estas ideas, a cuestionarse y a actuar con base en el pensamiento crítico, la ética, las buenas prácticas y la moral. Porque, al final del día, la claridad de propósito es lo que nos permitirá navegar por el caos de la vida moderna con serenidad y determinación. Y por qué no, estaremos en posición de ayudar a otros.
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Director de la facultad de responsabilidad social en la Universidad Anáhuac
5 mesesFelicidades por esta gran reflexión. Gracias por compartir
Transformando personas y organizaciones - Mentor | Speaker | Entrenador Ejecutivo
5 mesesEl verdadero sentido de la vida es solo eso: vivirla. Lo demás es accesorio. Y no digo que no sea importante. Aprender, crecer, evolucionar. Pero no vinimos a demostrar nada. Vinimos a experimentar. Y cuando entiendes eso, quitas de tus hombros una pesada losa por “demostrar quién eres”
SVP Collections and Workout.
5 mesesGran reflexión Josu. Abrazo
Academic in Radio, Journalism & Radio Station Coordinator at Universidad Anáhuac
5 mesesEncontrar el sentido de vida es indispensable. La Universidad Anáhuac tiene para sus alumnos un programa muy interesante que se llama Mentoría y justamente busca que nuestros alumnos encuentren el su propio sentido de vida. Esto hace sentido
CHANGEMAKER. Business Strategist Consultant, Researcher on Consumer Entertainment. Marketing and Strategic Planning
5 mesesExcelente y muy apropiada reflexión Josu. La vida es un camino continuo que debe llevar un sentido y motivación personal basado en valores que proyectemos a los demás. Implica fortalecernos y renovarnos constantemente... Muchas Gracias Josu!!