EL GRAN DELITO ARGENTINO
Nos han timado…
Los maestros “HACEN COMO SI ENSEÑARAN”. Los alumnos “HACEN COMO SI APRENDIERAN”. El Estado “ACREDITA SABERES Y OTORGA TÍTULOS” como si los alumnos los hubieran efectivamente aprehendidos. El sentido auténtico y fundacional de la palabra EDUCACIÓN ha sido contrabandeado, desvirtuado, vejado impunemente.
Hoy enseñar es INCLUIR, acreditar es CONTENER, calidad educativa es PAUPERIZACIÓN DE SABERES CULTURALES Y CIENTÍFICOS, cursar es SENTARSE, saber es PERMANECER SENTADO POR EL TIEMPO QUE PRETENDE ASEGURAR EL CALENDARIO DE CADA CICLO LECTIVO. En resumen todos hacen como si HICIERAN, ENSEÑARAN, APREHENDIERAN, CERTIFICARAN…
Consecuencia primigenia de tamaño fraude; la mera permanencia dentro del sistema garantiza la “PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE LOS SABERES” y asegura la continuidad del estado de coma en que se ha inducido a nuestros jóvenes (y lamentablemente a muchos de nosotros mismos). Todo ello en nombre de la “EQUIDAD”, concepto este que a su vez encierra un alto grado de perfidia puesto que consolida la segmentación general e impide la movilidad social ascendente.
Hemos sido embaucados, y por más que intentemos hacernos los desentendidos, fuimos participes necesarios de la gran estafa en que se ha convertido nuestro otrora ejemplificante sistema educativo. Ya sea por acción u omisión, hemos admitido y asentido como el buen rebaño de corderos que ha sido desde siempre el pueblo argentino a fin de convertirnos en una manada mansa y obediente de asnos (por no decir una piara de cerdos)
El “COMO SÍ…” expresa esa perversidad sistémica. La apariencia le ha ganado la batalla a la acción positiva y verdaderamente ecuánime de nuestros antiguos MAESTROS. Esto se ha consumado en el marco de las sucesivas leyes nacionales de educación (federal y nacional) y las correlativas adecuaciones en las jurisdicciones y han consolidado el GRAN DELITO ARGENTINO so pretexto de INCLUSIÓN, CALIDAD, CONTENCIÓN, NO DISCRIMINACIÓN, MULTICULTURALIDAD.
NO EVALÚES, NO DESAPRUEBES, NO SANCIONES, NO AMONESTES, se han convertido en el lema que enarbolan las banderas de un sistema pseudo-progresista que esconde un oscuro propósito: LA DESEDUCACION DE YA CASI TRES GENERACIONES DE ARGENTINOS.
Como en su intento por mantener la mascarada no han podido prohibir los libros, los han reemplazado con hipnóticos métodos idiotizantes masivos. Nos han escurrido las ideas con tecnología barata y superflua. Han freído la cultura a fuego lento sirviéndonos platos de exquisita condescendencia de charlatanería frígida y burda sub-culturas de integracionismo solo en la apariencia.
Este proceso, lento pero seguro, de des-educación ha logrado no solo la pauperización del intelecto en las clases más humildes de nuestra sociedad mediante la temprana desnutrición física e intelectual de los niños, sino también ha clavado sus colmillos en las clases más acomodadas de la misma, donde encontramos un elemento pensador casi nulo, con una juventud idiotizada por el consumo y la apariencia. Ignorante de todo y despreocupada por todo. Niños “PAPI PAGA” que serán (y lamentablemente ya lo son) los futuros encargados de dirigir los destinos de nuestra sociedad.
La educación para las gestiones gubernamentales de los últimos treinta años dejo de ser una cuestión de JUSTICIA Y ASCENSO SOCIAL Y PASÓ A SER UNA CUESTIÓN DE MERA EQUIDAD en el sentido más laxo de la palabra. Una propuesta que busque recuperar a la educación como método de progreso intelectual y movilidad social ascendente y que critique el actual “ESTADO DE FACILISMO LEGALIZADO” pareciera ante los ojos de la sociedad pseudo-progresista una proposición neo fascista, ya que el educar mediante el estímulo de premios y castigos se ha convertido en el Satán de nuestros días…
Dentro del paradigma actual educativo, no existe estimulo porque todo da igual… SI ESTUDIAS APRUEBAS, PERO SI NO ESTUDIAS TAMBIÉN. SI TE COMPORTAS ADECUADAMENTE SERÁS RECOMPENSADO, PERO SI NO LO HACES LA RECOMPENSA IGUALMENTE SERÁ TUYA, ya que si no fuera así, se estaría ESTIGMATIZANDO y DISCRIMINANDO a los “pobres” holgazanes que no hacen ni siquiera el intento de esforzarse.
Así, los tesoros de nuestra sociedad, es decir los jóvenes, se van convirtiendo en meros fantoches al servicio de una des-cultura antojadiza y capciosa. Son producto de la desidia y el falso encantamiento que produce el cantar de las sirenas propagandísticas des-educativas.
Como alguien dijo; Nike es la cultura, o Adidas, o Ford, o Chevrolet, o IPhone o Apple o lo que se nos pueda ocurrir en un torbellino de ansiedad por acceder a bienes tangiblemente superfluos e intranscendentes. Desestructurando el pensar y lo que es peor el PENSARSE como seres racionales capaces de intelectualizarse e intelectualizar a los demás.
En este contexto verdaderamente aterrador, la función central de la educación es asegurar saberes REVELADORES a los alumnos. Ese asegurar tiene una contrapartida desde lo individual: si el saber no se aprehende, no se consolida en cada persona y se convierte en una parodia de saber cómo estamos viendo que sucede cada día en la actualidad.
Para que esa aprehensión del saber se concrete debe producirse en tiempo etario oportuno. Ese tiempo etario oportuno requiere de un fortalecimiento de las estrategias pedagógico-didácticas en los Niveles Inicial y Primario, particularmente en éste, porque lo que no se aprehende en tiempo oportuno se constituye en un demérito a futuro.
El rendimiento escolar del secundario y el fracaso temprano en la Universidad son indicadores incontrastables de esta afirmación.
Aun mas, en este último sector educativo, la universidad, se ha producido una vulgarización insostenible del saber, donde se bajan líneas permanentemente en el ámbito privado para que el cliente/alumno apruebe la materia sin obtener los requisitos mínimos e indispensables de conocimiento con el solo objetivo de tener una mayor afluencia de matriculaciones a futuro o una ínfima deserción de alumnado ya que les aparejaría como consecuencia un menor ingreso económico. En la misma dirección apunta la educación superior pública pero con motivaciones bien diferentes que responden más a la politización temprana y a la formación de futuros cuadros políticos para los distintos partidos, atento lo cual NO se puede desaprobar a venideros dirigentes, dotándoselos simplemente de un conocimiento ínfimo que haga más fácil la inevitable tarea de formar seres fácilmente manipulables y obtusos.
Estas cuestiones, han producido en primer término, un fenómeno preocupante; el “PROFESIONAL IGNORANTE” y en segundo lugar ha ensanchado la brecha social que pareciera hoy cortar transversalmente a la sociedad argentina en dos bandos que compiten por ser los más embrutecidos y deshonestos, en cuyas manos recaen las bridas del carro social que no presenta límites ni futuros provisorios.
Estamos obligados, como operadores sociales de la educación a pugnar por una propuesta seria que debe constituirse en garantía de aprendizaje que asegure el librepensamiento desde la más temprana edad, de modo de combatir las recetas mágicas y las apelaciones místicas o pseudo-místicas frente a la construcción de la propia personalidad y la integración de esa personalidad en el conjunto social.
Quienes sostenemos el librepensamiento y la correlativa excelencia educativa que asegure igualdad de posibilidades y oportunidades debemos reconstruir los espacios que han sido desarticulados mediante lemas capciosos y obsecuentes con el fin de asegurar a nuestros jóvenes un futuro de igualdad y solidaridad.
Esa elaboración requiere, necesariamente, de una amplia convocatoria que permita construir las propuestas educativas que expresen los acuerdos políticos y sociales necesarios para recuperar las mejores tradiciones históricas argentinas. Lamentablemente hasta ahora, solo se han barrido bajo la alfombra los problemas.
La educación es parte de esa recuperación. Sin ellas, no habrá mañana. Si el fraude electoral históricamente sirvió para consolidar un modelo político conservador e inequitativo, el FRAUDE EDUCATIVO consolidará un modelo hegemónico, dogmático y autoritario aunque sus voceros declamen contenidos progresistas.
La relación de enseñar y aprender es sólo un medio para que los individuos puedan alcanzar sus fines más preciados resumidos en el goce de los beneficios de la libertad y la internalización de un sentido de responsabilidad y solidaridad frente a la sociedad. La educación debe volver a ser el medio más eficaz para que cada persona pueda imaginar su destino y contar con las herramientas para realizar sus sueños.
Seamos bien educados y eduquemos de acuerdo a nuestras expectativas sociales, si lo hacemos, el resultado decantara en una sociedad más libre, justa e igualitaria.