EL IMPACTO PSICOLÓGICO DEL USO DE LA MASCARILLA

EL IMPACTO PSICOLÓGICO DEL USO DE LA MASCARILLA

RECOMENDACIÓN

A lo largo de la historia hemos ido incluyendo en nuestra cotidianidad algunos elementos con los que, al principio, nos parecía imposible convivir. Seguro que recordamos como a finales de los noventa nos sentíamos extraños al usar el teléfono móvil en la calle, y muchas veces tachábamos de “locos” a las personas que parecían ir hablando solas. El uso de la mascarilla es algo que tenemos asociado a otras culturas, principalmente a la nipona.

- La mascarilla es ese elemento que los turistas japones usan por su excesivo miedo al contagio de posibles enfermedades.

- Es ese elemento que algunas personas alérgicas utilizan durante los meses más complicados.

- Es un elemento que provoca el ridículo o la sensación de sentirme observado.

Hasta ahora.

Porque es obvio, que hemos llegado a un momento histórico en el que el uso de la mascarilla va a ser tan común, como el uso del móvil.

Las contradictorias recomendaciones iniciales por parte del gobierno (uso recomendado-uso obligatorio) no han hecho más que enlentecer el difícil proceso de integración de la mascarilla como elemento imprescindible para evitar el contagio.

Numerosas son las voces en la comunidad médica que abogan por el uso obligatorio de las mascarillas. Así, por ejemplo, Julio García, portavoz de la Sociedad Española de Microbiología Clínica (Seimc) afirma que: “Si hubiera mascarillas disponibles y todo el mundo pudiera disfrutar de ellas, no estaría de más usarlas”. Por su parte, Fernando Rodríguez Artalejo, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, hace esta sensata recomendación: “En principio se decía que no hacía falta porque no se era plenamente consciente del papel de los infectados asintomáticos a la transmisión y hoy se sabe que han contribuido a propagar la enfermedad de forma muy sustancial”.

El propósito de la mascarilla ha de ser entendido como un gesto de respeto y de preocupación por la salud de los demás. Si partimos de esta premisa solidaria y entendemos la temporalidad de esta nueva rutina, no nos resultará difícil habituarnos a su uso.

IMPACTO PSICOLÓGICO

Ahora bien, el impacto psicológico del uso de la mascarilla es INNEGABLE. Su uso genera dudas, inseguridades, y estas son la base de muchos de los cuadros de Ansiedad que esta pandemia ha provocado.

La presencia de la mascarilla es también la certeza de que “algo ha cambiado”, de que ahora “la vida ya no se ve igual”. Y los cambios, en su mayoría, provocan rechazo. Y sobre todo cuando nos viene impuestos y suponen una pérdida de nuestra estabilidad e incluso de nuestro bienestar psicosocial.

Habrá muchas personas que se adapten a esta nueva realidad de una manera más cómoda, pero también las habrá para quienes este simple gesto de usar una mascarilla suponga un verdadero reto.

Es obvio que la presión social facilitará que poco a poco su uso se propague con normalidad.

 

CÓMO AFRONTAMOS L@S PSICÓLOG@S EL USO DE LA MASCARILLA EN NUESTRAS CONSULTAS

Si el uso de la mascarilla en espacios pequeños, como el transporte, es obligatorio, ¿podemos entender que en las consultas de psicología también? Yo entiendo que sí. Más si como hemos dicho estamos ante un gesto de respeto hacia el otro.

Ahora bien, nadie duda de la importancia que en una sesión de psicología tiene estar atento o atenta a los gestos del paciente. La cara de nuestro paciente habla a veces más que sus propias palabras, y un elemento como la mascarilla tradicional dificulta la lectura de dichos gestos. Pero existen elementos que pueden ayudarnos a evitar los problemas interpretativos derivados del uso de mascarillas tradicionales:

- uno de ellos serían las mamparas; fáciles de montar e incluso de trasladar de una sala a otra, y muy útiles en una situación como es la sesión terapéutica

- la pantalla protectora facial es otra de las alternativas; baratas, individuales, fáciles de desinfectar e incluso permite la posibilidad de contar con una para el paciente, a quien se le entregaría una vez desinfectada.

 

SENSACIÓN DE SEGURIDAD

Las personas que acuden a la consulta de psicología deben tener la sensación de seguridad que aporta saber que el centro cumple todas las normas. Porque cumplir estas normas es un gesto de responsabilidad y sobre todo de compromiso. El compromiso que tod@s tenemos con nosotr@s mism@s y con los demás, para acabar cuanto antes con un virus que nos ha puesto por delante todo un mundo de retos y que, como cualquier cambio, nos obliga a reestructurar nuestros cimientos y a experimentarnos en una zona fuera de nuestra zona de confort, a la que, como ocurre en la mayoría de los cambios, volveremos cuando el desequilibrio inicial se transforme de nuevo en una apacible serenidad


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