El libro negro del asesor de empresas (Episodio 69/365) / El tiempo que pasas con tus seres queridos
En el mundo empresarial, especialmente entre gerentes de despachos profesionales, la conciliación entre la vida laboral y personal es un reto constante. Para nosotros el tiempo es un activo valioso. No solo en la oficina, sino en nuestra vida personal.
La pregunta es, ¿Estamos invirtiendo nuestro tiempo de manera adecuada?
La gestión efectiva del tiempo no sólo es productividad laboral, sino también de equilibrar nuestras vidas para no perder esos minutos que, una vez gastados, ya no vuelven.
Cada día, nacemos con 1,440 minutos. Cada uno de esos minutos es una oportunidad para marcar una diferencia, ya sea en nuestro trabajo, con nuestra familia o para nosotros mismos.
¿Cómo los estamos utilizando? Recordemos, el tiempo que malgastamos es tiempo que perdemos.
En nuestra búsqueda por la eficiencia y el éxito, no olvidemos la importancia de equilibrar nuestro tiempo. No dejemos que las horas se nos escapen en tareas que olvidaremos mañana. Prioricemos lo que verdaderamente importa.
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Ten en cuenta que cuando somos niños, pasamos todo el tiempo con nuestros padres o con quién nos cuide. Pero, eso cambia a medida que crecemos.
Hasta los 25 años, vamos a tope con los amigos, haciendo planes y pasándola bien. Pero después, las cosas se ponen más serias y empezamos a pasar más horas con la gente del trabajo, clientes, etc. Ya sabes, cosas de la vida adulta y profesional...
Luego, en la treintena y la cuarentena, la cosa va más de estar con la pareja y con los hijos. Eso llega más o menos hasta que se cumplen los 50, y después, como los hijos comienzan a hacer su vida... ya no los vemos tanto (bien se han ido de casa o bien están más fuera que dentro).
Y cuando vamos entrando en la edad dorada, resulta que comenzamos a pasar más tiempo solos. Es tiempo que pasamos más con vecinos y conocidos porque, los amigos de siempre ya no están tanto, porque la vida es así, y porque algunos nos van dejando.
Tras esta reflexión, ten en cuenta que al final del día, la forma en que elegimos pasar nuestro tiempo define quiénes somos y lo que realmente valoramos. Por lo tanto, es importante aprovechar al máximo cada minuto del día y hacer cosas que nos hagan felices y nos ayuden a crecer como personas.