El Liderazgo en tiempos de post-pandemia

Cuando se habla de liderazgo existen dos tipos de pensamientos, o más bien, dos tipos de líderes que pueden parecer opuestos. aunque ninguno es mejor que el otro en mi opinión.

Por un lado, está el "Líder impositivo", es aquel que sólo se dedica a recordarle al equipo lo que hay que hacer, supervisando acciones, midiendo indicadores con puntos de control y recordando metas grupales, este tipo de líder se enfoca en el resultado más que en el proceso. Tiene puntos a favor y es que es muy numérico, es analítico, detecta oportunidades a partir de datos y puede ser muy técnico a hora de liderar. Sin embargo, este tipo de líder tiende a tener más desarrolladas las habilidades duras que las blandas y a la hora de comunicarse con el equipo a nivel jerárquico, sus subordinados pueden verlo más como un jefe que como un líder y esto puede ser una carga para el equipo, en casos extremos podría ser fastidioso incluso para el equipo tener un tipo de líder así.

Por supuesto existen subordinados que les funcione más esa metodología, a quienes les gusta que le recuerden lo que tienen que hacer y que carecen de autodisciplina ya que no se enfocan en sus metas personales, sino en cumplir con un indicador o una lista de actividades.

Pero los equipos son mixtos y en la mayoría de los equipos, la mayoría de sus integrantes son conscientes de los resultados que se deben lograr tanto en grupo como individualmente, es por eso que el tipo de liderazgo impositivo tiende a tener menor acogida y menor favoritismo por el equipo en general.

Al otro extremo, en el otro tipo de liderazgo está el "Líder inspiracional", es aquél que guía al equipo con el ejemplo, hace lo posible para duplicar tanto a su equipo y enseñarle a autogestionarse, que cada vez se hace menos necesario en acompañamiento de procesos comunes que pueden surgir en el día a día, y la mayor parte de las veces solo se hace necesario su acompañamiento cuando hay problemas "atípicos" de la operación del negocio que requieren un nivel de decisión jerárquico. En este tipo de situaciones su presencia cobra valor ya que los subordinados, no pueden por si solos tomar decisiones, ya sea por falta de experiencia o por que ese problema atípico, está por fuera su jurisdicción o de sus funciones.

Este tipo de liderazgo también tiene puntos a favor y es que puede conectar más fácilmente con sus subordinados, generando confianza y cercanía a pesar de no estar presente todo el tiempo con el equipo, sin embargo si se descuida puede perder control, autonomía sobre su equipo y credibilidad si no maneja un equilibrio.

Otra cosa interesante y muy a favor del líder inspiracional, es que, como realiza acciones similares a su equipo y trabaja de la mano desde el ejemplo. Conoce los dolores de su equipo y tiende a crear herramientas para mejorar la operación del negocio. Al tener un grado de empatía más alto con su equipo se le facilita comunicarles estas nuevas soluciones o herramientas de forma asertiva, al mismo tiempo que escucha los puntos de vista de cada miembro y las tiene en cuenta.

Hoy que muchos de los equipos a gestionar están en modo hibrido o remoto, se hace más difícil para ambos tipos de liderazgo el "Supervisar actividades", pero el líder puede tomar cualquiera de los dos caminos ya mencionados o ¿por qué no? combinarlos.

De acuerdo a lo anterior, deberíamos buscar ser facilitadores de las actividades grupales, mantener una comunicación más activa con los miembros del equipo y que ésta sea bidireccional, enfocarse más en el proceso que en el resultado, es mejor ajustar la dirección de las velas de un barco antes de finalizar el recorrido que juzgar el destino al que llegó.

Quizá estés de acuerdo conmigo con estas apreciaciones del liderazgo, sin embargo, para ser buenos líderes debemos primero ser buenos seguidores, independientemente si nuestro líder es impositivo o es inspiracional.