El meollo de la Nube, parte 3: El negocio
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El meollo de la Nube, parte 3: El negocio

Este es el tercer capítulo del post El meollo de la Nube, en este caso, dedicado a las empresas pequeñas y medianas y a sus líderes empresariales.

 

Hay muchas variables posibles para hacer una calificación general de empresas de capital privado pero las más sencilla es el archifamoso rango de colaboradores que usan un computador:

 

  • Microempresa – hasta 10
  • Pequeña – hasta 49
  • Mediana – hasta 249
  • Grande – hasta 999 y Mega – más de 1.000

 

En las megacorporaciones y grandes empresas, las direcciones de TI ocupan a varios profesionales especializados que se dedican a exprimir las TI disponibles para apoyar al negocio.

 

Son los intérpretes expertos entre el negocio y el mundo tecnológico.

 

Además, en estas empresas grandes puede haber cargos o departamentos de investigación de nuevas tecnologías que allanan el camino entre las tendencias, las necesidades y planes de la empresa y la arquitectura actual y futura de sus servicios de TI.

 

La cosa es muy diferente en empresas de menos de 250 usuarios que es en las que pondremos la atención en los siguientes párrafos, abusando de unirlas en una sola categoría, sólo por simplificar.

 

En estas empresas emergentes, la responsabilidad de las TI recae en el dueño o en el Gerente General o en el director de Finanzas o en un proveedor/asesor externo o en el líder de TI o en un comité que congregue a varios de los anteriores.

 

Ahora bien, vamos a fijarnos en estas dos perspectivas para profundizar sobre el impacto de la Nube como:

 

  • oportunidad para el negocio o
  • como estrategia tecnológica alternativa

 

Empecemos con la Nube como una oportunidad para el negocio.


Cuando una empresa se fija en la Nube como posible habilitador de nuevos negocios o como un mecanismo para generar un impacto importante en su clientela, es porque está pensando en transformación digital.

 

Y, aunque ha sido un tema de abundante exposición en estos años, los líderes de las empresas más pequeñas tienen que estar en tantas cosas a la vez que es muy probable que muchos aun no hayan tenido el tiempo para considerarlo seriamente.

 

En estas empresas, si el proveedor o las pocas personas que ayudan con los servicios de TI no tienen experiencia con la Nube, no necesariamente son el consejero ideal.

 

Lo que he visto es que los especialista que aún no han evolucionado a la Nube, por lo general y de manera natural, están en la acera de enfrente defendiendo el valor de su experiencia y tienen una visión sesgada: la Nube es insegura, la Nube es costosa, la Nube es peligrosa.

 

En consecuencia, el líder de un negocio que siente que la Nube puede hacer algo importante por su negocio no debería quedarse esperando que la “asesoría” sólo venga de su “gente de sistemas”.

 

Quiero mencionar, por ejemplo, tres oportunidades populares en las que la Nube puede apalancar negocio:

 

  • Tienda en línea: cuando tengo un comercio exitoso, me suelo poner presión por abrir una segunda tienda. Con la Nube, esa segunda tienda podría ser en línea y podría llegar a vender lo mismo que tres locales físicos. Más allá de esto, podría ser una excelente oportunidad para abrir nuevas tiendas físicas con más facilidad porque, por ejemplo, repiensa la logística y la distribución.
  • Info-productos: cuando tengo un negocio de servicios y quiero vender más, me suelo poner presión para aumentar la plantilla de vendedores y consultores. Con la Nube, parte del crecimiento puede venir de una transformación de mis productos de servicio que me facilite y masifique la entrega y amplie mis mercados. También exige que modifique mi mercadeo.
  • Experiencia de usuario: cuando mis clientes comienzan a demandar mejoras en mi atención o cuando la competencia me está apretando, la Nube me ofrece varios caminos para mejorar las experiencias de nuestros usuarios y clientes.

 

Ahora bien, si el líder de un negocio se siente aun muy lejos de una transformación digital y ninguno de estos ejemplos de arriba (u otros) está en sus prioridades, la Nube pasaría a ser analizada solo como una estrategia alternativa a la hora de renovar sus servicios de TI.

 

Esta es la segunda perspectiva: Estrategia tecnológica alternativa.


En este caso, la Nube es un tema de TI y de la persona o del comité que maneja las TI, sin embargo, como toda inversión o gasto, también atañe a los líderes del negocio.

 

Voy a usar mi caso personal, como CEO de una empresa mediana de servicios. La Nube ha estado en nuestras prioridades y voy a explicar nuestras razones.

 

Principalmente, sentimos que la Nube nos ofrece libertad e independencia (lo sabíamos incluso cuando no estaba disponible), más allá de que en nuestro caso si estamos haciendo una transformación digital.

 

Aunque, para mantener cierta objetividad, pero puedas valorar mejor mis reflexiones, debo decir que:

 

  • Soy CEO, pero soy ingeniero de la computación y
  • La Nube hace parte importante de nuestro negocio

 

¿Por qué la Nube ha sido la estrategia favorita para nuestras TI en los últimos años?

 

  1. Porque la oficina física se nos hizo menos importante. Más cosas en la Nube, nos hacen menos dependientes de oficinas, de fallas eléctricas, de problemas de acceso a la zona de la oficina, etc. Esto es especialmente impactante en organizaciones más pequeñas porque esos tiempos se pueden dedicar a otros temas estratégicos,
  2. Porque nos permite dejar de cuidar activos. Al estar más en la Nube, hay menos activos de TI indispensables. Esto es especialmente impactante en organizaciones más pequeñas porque esos tiempos se pueden dedicar a otros temas estratégicos,
  3. Porque permite colaborar más fácilmente con nuevos miembros del equipo (personas, clientes o proveedores) independientemente de donde están físicamente,
  4. Porque en cualquier circunstancia y con cualquier dispositivo, tenemos accesos a nuestros sistemas y recursos digitales,
  5. Porque la Nube, crece, decrece o se apaga cuando el negocio lo necesita o cuando uno lo decide y es un gasto mensual que se puede anticipar,
  6. Porque nos conecta con las últimas versiones y toda la innovación que generan nuestros proveedores,
  7. Porque culturalmente nos ha ayudado en nuestra transformación digital,
  8. Porque todo es más rápido y alineado con la agilidad del negocio y de nuestros clientes y
  9. Porque nos ha permitido adoptar estrategias de agilidad como el mercadeo digital, el trabajo híbrido y el coworking

 

Hay una analogía que me gusta usar. Exagera mi punto de vista, pero la encuentro valiosa por gráfica.

 

Supongamos que tenemos 50 colaboradores en la oficina y queremos darles una ayuda para sus comidas y tenemos 2 vías para hacerlo:

 

  • Construir y operar un comedor propio o
  • Pagar un bono mensual para alimentación

 

Si mi negocio no tiene nada que ver con la restauración, la selección indiscutible sería el bono de alimentación. La Nube es el bono de alimentación y la computación tradicional es el comedor.

 

Si hablamos de 2.000 colaboradores en un mismo edificio, el comedor, seguramente, está lleno de beneficios.

 

Para ir terminando por hoy, ahora que ya dejé claras mis preferencias, necesito darle algo de espacio a la alternativa.

 

Las razones que mencioné para usar la Nube son nuestras y tu podrás coincidir o no. Cada organización tiene su momento y sus realidades para evolucionar o no.

 

Lo importante es reconocer esta estrategia como una posibilidad y no desecharla por conveniencias o prejuicios de algunos. Por ejemplo:

 

  • Un par de colegas me han dicho que no quieren depender de las telecomunicaciones y yo creo que es una excusa que va perdiendo peso todos los días,

 

  • Varios me han dicho que la Nube amplifica la exposición a los delitos cibernéticos. Aunque es cierto, la alterativa no te libra de esta terrible amenaza,

 

  • Hay otros que me han dicho que acaban de comprar hardware y software para 5 años. También es válido, aunque hay que estar alerta y saber cuándo combatir la inercia.

 

  • Otros dicen que la Nube es como un impuesto ineludible y que con la computación On premise, se puede diferir una repotenciación por unos años (si las vacas se llegaran a poner flacas). Parcialmente válido porque suele haber desperdicios al principio de los cinco años y muchos riesgos y desactualización después de pasar la vida útil.

 

  • Pocos, en privado, admiten que no pagan todo el licenciamiento que usan y en la Nube eso no sería posible. No comments.

 

  • Un argumento fácil de aceptar por ahora y me parece razonable es el de un negocio que está bien, creciendo, sostenible y para el que la Nube sólo sería un cambio por estar a la moda. Digo por ahora porque siento que cada año la Nube será más importante para tener acceso a innovaciones que cambiarán los negocios a mediano plazo, como la IAG, por ejemplo.

 

  • El otro argumento, el más poderoso, es cuando hay restricciones legales para usar la Nube, como sucede en algunos países con la banca. Aun así, esas restricciones son sobre los datos del cliente, no sobre el correo u otras aplicaciones internas.

 

  • Finalmente, un argumento interesante, es que con la Nube dejaría mi negocio en manos de un tercero. Es cierto, aunque tres de esos terceros, AWS, Microsoft y Google están entre las empresas más grandes y valiosas del mundo. Hay estrategias multi-nube y programas y prácticas de migración entre nubes. Pienso que la interdependencia va mucho más allá de la Nube y es parte de la modernidad o de la era digital.

 

En fin, que hay razones para las opciones y mi recomendación es que analicemos bien, pero con la mente abierta.

 

 

Esto ha sido el tercer capítulo de El meollo de la Nube. Gracias por acompañarme en estos 3 episodios, por leer, cementar o recomendar a quien creas que le pueda interesar.

 

Feliz día y hagamos que hoy valga la pena… todos los días.

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