El metamensaje detrás de ganar

Si en algún momento has jugado o has visto un juego de tenis, tal vez hayas escuchado el término “error no forzado”. La frase hace referencia a la cantidad de puntos que pierde un jugador por sus propios errores. Por ejemplo, una pelota que se haya quedado en la red o que haya salido de los límites de la cancha. En fin, son puntos que perdiste, no que te ganaron.

Al ser un deporte individual, la métrica sobre los errores no forzados es clave para entender el performance y el carácter del jugador.

Si nos salimos dos segundos del tenis, podemos pensar que la vida está llena de puntos por jugar. Es seguro que no los vamos a ganar todos, pero ¿cuántos estamos dispuestos a perder por nosotros mismos?


En el tenis no siempre gana el que más puntos gana, sino el que menos puntos pierde

Éste es un deporte espectacular y en mi caso lo juego desde niño. En algún momento llegué a sobresalir un poco, pero nada extraordinario, en realidad. Luego, dejé de jugar durante muchos años y hace poco lo retomé.

Cuánto me gustaría gustaría decirle al Jeffrey de 15 años (y también al de hoy) que la clave no está en golpear más duro la pelota o querer ganar puntos de película. Bastaba con mantener la pelota viva, concentrarme en mi juego, no ser impaciente y tener constancia.

A diferencia de otros deportes, el tenis es un deporte solitario. No tienes un equipo que te dé soporte. Eres tú hablando contigo mismo y tomando decisiones en tiempo real. Para ello necesitas sí o sí muy buenas condiciones físicas y también mucha fortaleza mental.

Cuenta Simon Ramo en su libro Extraordinary Tennis, Ordinary Players, que hay dos juegos dentro del tenis. El de los profesionales y el de los amateurs. El primero es un juego milimétrico en el que se combinan control, habilidad, efectos, fuerza física y mental, y un poco de suerte. El segundo es un juego donde resaltan las pelotas que se quedan en la red, las pelotas fuera y las doble faltas -los errores no forzados-, es un juego en el que pierde quien comete más errores y no necesariamente al que hace más puntos ganadores.

Muchas veces el juego de los profesionales no se trata de ganar la mayor cantidad de puntos, sino de ampliar las posibilidades para que el rival comience a equivocarse una y otra vez.

Rafa Nadal, no necesita una efectividad del 100% en puntos ganados. Le ha bastado ganar el 59,7% de los puntos con entre 5 y 8 golpes, para ser uno de los jugadores más importante de este deporte...

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