EL MIEDO A HABLAR EN PÚBLICO
Si quieres progresar en tu desarrollo profesional, debes convencerte de que necesitas mejorar tu nivel de comunicación al hablar en público.

EL MIEDO A HABLAR EN PÚBLICO

Una gran mayoría de españoles siente auténtico miedo a hablar en público. La falta de una formación adecuada, desde la infancia hasta la vida universitaria, ha provocado que el español medio tenga como una característica más de su personalidad la inseguridad al tener que hablar ante un auditorio más o menos numeroso.

Muchas personas, cuando se ponen delante de los demás para dirigirles la palabra (dar su opinión en una reunión con gente desconocida, dar una charla, pronunciar un discurso, o unas palabras de agradecimiento por algo, o presentar un proyecto, o dar una explicación sobre algo…) sienten la mirada atenta de todos los que escuchan, se hace el silencio… y se ponen muy nerviosos, les entra una especie de pánico que en algunas ocasiones les bloquea, les hace sudar, les tiemblan las piernas, les tiemblan las manos y les tiembla la voz. Al tomar conciencia de que lo único que se oye en la sala es su propia voz, que todos están atentos, escuchándoles, son incapaces de respirar con normalidad y conseguir un volumen de voz adecuado al auditorio en el que se encuentran. Al darse cuenta de que su voz es débil y temerosa, carraspean, su voz tiembla, tragan saliva en medio de una frase, respiran con dificultad y eso hace que su voz no acabe de tener el volumen adecuado. Están sintiendo la mirada y la atención expectante de los demás… y eso les hace sentirse fatal.

Es evidente que, hoy en día, cualquier profesional de cualquier disciplina se ve con mayor o menor frecuencia en la situación de tener que hablar en público. Pero nadie le ha enseñado, ni en el colegio ni en la Universidad.

Como decía en un artículo de prensa el rector de la Universidad de Salamanca, José Ramón Alonso:

“En la vida real, saber escribir una carta o conducir una negociación supera en interés a conocer el último capítulo del temario o la técnica más novedosa. Y no estamos actuando en consecuencia (se refiere a las universidades españolas). Es el momento de que, además de los conocimientos específicos de cada titulación, nos preocupemos de que nuestros estudiantes salgan formados, que sepan escribir y hablar en público, y también desarrollar un pensamiento crítico, hacer un análisis cuantitativo, incorporar a su razonamiento un componente moral y ético, trabajar en equipo, tener iniciativas, arriesgar y comprometerse. Eso es ser universitario”.

Es evidente que los españoles debemos conseguir mejorar en nuestro nivel de comunicación. Por tanto, por un lado, es necesario que el sistema educativo introduzca estas enseñanzas desde edades tempranas y, por otro, es imprescindible que nos preocupemos individualmente por adquirir esas habilidades para poder hablar en público con soltura, con seguridad, transmitiendo adecuadamente nuestras ideas; es decir, comunicando y siendo capaces de llegar a convencer a los demás mediante nuestras palabras.

Si quieres progresar en tu desarrollo profesional, debes convencerte de que necesitas mejorar tu nivel de comunicación al hablar en público.

Muchas personas no llegan a poder desarrollar las habilidades necesarias de una oratoria eficaz, simplemente porque sienten ese miedo que les impiden cualquier mejoría. Si no empiezan por superar el miedo será imposible que puedan llegar a aplicar cualquier consejo destinado a mejorar su comunicación. Y para superarlo, lo mejor es saber porqué se produce.

Son varias las causas de ese “miedo a hablar en público”.

La primera de ellas es porque nos queremos mucho. El miedo al ridículo propio es lo que nos atenaza y nos dificulta estar relajados cuando vamos a hablar en público.

A quien más queremos en este mundo es a nosotros mismos.  Esa es una realidad contra la que luchamos para evitar el egoísmo y para fomentar los valores de la abnegación, la generosidad y el amor, pero es una tendencia que llevamos en lo más profundo de nuestra naturaleza. Por tanto, si la actuación pública de un familiar al que queremos nos preocupa porque deseamos que reciba la felicitación y la aprobación general, es lógico que, al tratarse de nosotros mismos, esa preocupación pueda llegar al sufrimiento y al auténtico miedo. Pero ese miedo podemos superarlo con un mínimo entrenamiento mental.


Paco Grau

Periodista y Profesor de Oratoria

Móvil: 649989296

Correo: pacograu@cursoshablarenpublico.com

Web: www.hablarenpubli.co


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