El Nearshoring y la República Dominicana: Estrategias para Aprovechar una Oportunidad Global
En un contexto global de tensiones geopolíticas, interrupciones en las cadenas de suministro y el aumento del nearshoring, la República Dominicana (RD) tiene la oportunidad de posicionarse como un destino clave para la relocalización de empresas, especialmente con Donald Trump regresando a la Casa Blanca. El nearshoring, o la reubicación de actividades productivas cerca de los mercados principales, está impulsado por la necesidad de las empresas estadounidenses de reducir costos y asegurar cadenas de suministro más cercanas y seguras. La RD, con su ubicación estratégica y acuerdos comerciales, se presenta como un actor ideal para captar inversiones de este tipo.
El auge del nearshoring en América Latina es una respuesta a los riesgos derivados de la globalización excesiva y los conflictos comerciales, especialmente entre EE.UU. y China. El presidente Trump, durante su mandato, promovió políticas proteccionistas que incentivaron la producción dentro de América. Si vuelve a ocupar la Casa Blanca, es probable que reimpulse estas estrategias, lo que representa una gran oportunidad para los paises de las region incluyendo la República Dominicana. La proximidad al mercado estadounidense, su infraestructura mejorada y los beneficios fiscales de la zona franca convierten al país en un destino atractivo para las empresas que buscan relocalizarse.
Sin embargo, el país enfrenta algunos desafíos en su camino hacia el aprovechamiento pleno del nearshoring. La eliminación de ciertos incentivos fiscales, contemplada en la reciente reforma tributaria, podría desalentar la inversión extranjera. Además, a pesar de los avances, la infraestructura aún necesita modernización para mantenerse competitiva frente a otros países de la región, como México y Costa Rica, que también compiten por atraer estas inversiones. A esto se suma la necesidad de diversificar su economía, que aún depende en gran medida del turismo.
Para maximizar los beneficios del nearshoring, la República Dominicana debe adoptar una serie de medidas clave:
1. Preservación y Modernización de Incentivos Fiscales: Mantener los incentivos actuales para las zonas francas y el fideicomiso, adaptándolos a las nuevas realidades del mercado global. La eliminación de estos incentivos podría resultar perjudicial, por lo que una revisión estratégica es necesaria.
2. Inversión en Infraestructura Estratégica: Para competir con países como México, que ha sido un destino clave para el nearshoring, la RD debe continuar invirtiendo en infraestructura, especialmente en sus puertos y redes de transporte. Esto permitirá una mayor competitividad en términos de costos logísticos y tiempos de entrega.
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3. Desarrollo de Capital Humano: Crear programas educativos y técnicos en áreas de alta demanda, como manufactura avanzada, logística y tecnología, será esencial para atraer más inversiones. La mano de obra capacitada es un factor clave para la competitividad.
4. Diversificación del Mercado: La República Dominicana debe diversificar sus mercados y no depender exclusivamente del turismo. Aumentar la presencia en sectores como la tecnología, manufactura y servicios puede generar estabilidad económica a largo plazo.
5. Estabilidad en el Clima de Negocios: Es crucial que el país mantenga un entorno fiscal y regulatorio favorable para los inversionistas. La simplificación de los procesos administrativos y la reducción de la burocracia también jugarán un papel importante en la atracción de inversiones.
En conclusión, el nearshoring representa una oportunidad significativa para la República Dominicana, especialmente ante la reelección de Trump. Sin embargo, para aprovechar al máximo esta tendencia, el país debe implementar políticas claras y estratégicas que mejoren su competitividad, mantengan su atractivo para los inversores y diversifiquen su economía. La clave estará en adaptarse rápidamente a los cambios globales y hacer de la RD el socio preferido de EE. UU. en la región.