El nuevo péndulo y la degradación de la educación
De la decadencia social de la era K a la ausencia del Estado en la era M
Este artículo lo pueden leer de dos maneras. De corrido o empezando por el final donde doy ideas de qué hacer con la educación en la nueva era de la IA y los cambios tecnológicos y siguiendo desde el comienzo.
Desde 1930 hasta 1983 la Argentina se movió bajo lo que se denominó el péndulo cívico militar ya que había alternancia entre gobiernos cívicos y gobiernos militares imponiéndose regímenes de facto en donde las instituciones eran nulas y se establecían leyes bajo esa lógica. A su vez los militares establecían un período de cierta estabilidad cívica con proscripciones y un desarrollo institucional débil permitiendo el voto cívico por un período breve. Por ese motivo, el péndulo hizo a que no se puedan fortalecer las instituciones civiles y democráticas.
Hasta que en 1983 bajo el gobierno de Raúl Alfonsín se comenzó a quebrar esa dinámica fortaleciendo las instituciones de la democracia, juzgando las juntas militares y volviendo a constituir los tres poderes del Estado.
Lo que parecía lógico “con la democracia se vota, se come, se cura y se educa” a más de 40 años de ese gran hito la única certeza es que se lograron establecer las bases para que no vuelva a quebrarse el régimen cívico, o sea la democracia. Sin embargo, y a pesar de esa gran idea el voto es lo único que se ha mantenido.
El peronismo en sus dos variantes (menemismo y kirchnerismo) ha puesto en discusión ese emblema, a pesar de, a diferencia de otros países como Venezuela, haber aceptado cada uno de los resultados electorales.
Luego de la crisis de 2001 del gobierno de Fernando De La Rúa y la llegada de Eduardo Duhalde los cimientos sociales comenzaron a derrumbarse. La Argentina en estas dos décadas tuvo un deterioro de los indicadores en todas las variables ya mencionadas, y, mientras nuestros vecinos han mejorado en todos los índices, nosotros hemos caído en una decadencia social producto de la demagogia y la falsa creencia que éramos ricos porque vivíamos con tarifas subsidiadas y atrasadas, lo cual implicó hacer creer a la clase media que con salarios cada vez más atrasados en dólares podía comer, curarse y educarse. Incluso en estos dos puntos en forma privada.
Hasta que llegó la disrupción del gobierno de Milei que puso en jaque toda esa creencia. Pasamos de la política hecha por los políticos, al mercado hecho por los privados. Pero, y acá se da la paradoja y la falsa creencia que si el Estado fue corrupto e ineficiente y no permitió un ascenso social, entonces debe ser la mano invisible del mercado la que reemplace todo, incluso la educación.
Este engañoso dilema hizo que la gente se volcara a votar todo lo opuesto a lo que había sido el peor gobierno de la era democrática (el de los Fernández – Alberto y Cristina), gobierno que empobreció a la clase media pauperizando los salarios, llevando al dólar a $1000 (Macri entregó el gobierno con un dólar a $60) y la inflación más alta de la democracia (211,4% interanual en 2023), sin contar el período de hiperinflación de fines de la década de 1980.
Lo sucedido en estos días con la toma de las facultades producto del veto del gobierno de Milei por lo votado en el Congreso a favor de mejorar las partidas presupuestarias de las universidades nacionales marca la decadencia educativa.
En parte tuvo que ver con el desplome de la economía. La Argentina pasó de 8% de pobreza en 1983 a 52% hoy en día. Un valor que se generó a partir del deterioro de la educación, que a la vez, al haber más pobreza la salud se deteriora, chicos en edad escolar que no se pueden alimentar y están comiendo menos de las 4 comidas necesarias diarias hacen que se priorice en el colegio el poder brindar un plato de comida en lugar de hacer reformas educativas que tengan que ver con la nueva realidad de los avances astronómicos que se están dando y que cada vez son más efímeros.
Si aún se enseña en las escuelas los métodos del siglo pasado y de la forma que se enseñaba en el siglo pasado donde alguien podía aspirar a estudiar 12 o 13 años del secundario más lo que le demandara la universidad y saber que su conocimiento le iba a perdurar en el tiempo por el avance limitado de la tecnología y las carreras, a una actualidad diametralmente opuesta en donde el conocimiento presente es obsoleto no ya en 10 años sino quizá en un año o menos.
Eso habilita a preguntarnos quiénes realmente pueden acceder, incluso con una universidad gratuita a adquirir conocimientos universitarios, y aún así, qué porcentaje de esa elite puede acceder a un diploma porque pudo recibirse. Y voy más allá, quiénes de ese porcentaje que se recibe lo puede hacer sin trabajar y haciéndolo en tiempo y forma.
Lo que sucedió nos interpela como sociedad. Con una primaria y secundaria con prioridad en la comida e igualando hacia abajo ¿Cómo pueden ser los futuros profesionales? ¿Todas las facultades merecen tener los mismos recursos y partidas presupuestarias? Ya voy a contestar estas preguntas en el final de mi escrito.
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Entonces no se trata de tener un gobierno sobredimensionado, ineficiente y corrupto como el de la era K ni prescindir del Estado en todas sus variantes porque creemos que el mercado lo va a resolver todo.
Ya lo estamos viendo con la clase media que no puede solventar un alquiler con las expensas por lo caro que se tornó este punto, y que, por ende empeoran todos los demás índices incluido la educación.
Entonces la clave no es pendular porque no podemos pasar de papá Estado a el Estado es el mal de todo lo que nos pasó.
Así como pudimos romper el péndulo cívico militar con las instituciones que fortaleció Alfonsín, debemos ir hacia un período en donde no pasemos de un Estado extremo al mercado extremo.
Para ello dejo algunas opciones:
· Se deben implementar programas desde el Estado que fortalezcan a los niños desde el preparto (o sea durante el embarazo) hasta la edad de 5 años en cuanto a la nutrición
· El Estado debe establecer prioridades en pos de la igualdad hacia arriba. Si el punto anterior se cumple, lo que se permite es optimizar el tiempo de los chicos en edad escolar (6 a 18 años) para que puedan desarrollar las habilidades blandas necesarias
· La escuela secundaria debe establecerse en dos períodos (inicial donde se terminen de nivelar y fortalecer las habilidades básicas y el período de profesionalización donde puedan hacer pasantías e incorporar conocimientos reales en empresas que les permita salir del secundario con herramientas para tener un primer empleo)
· El Estado debe priorizar plan de empleo joven para el primer empleo y en el otro rango etario incentivar a las empresas al contrato de profesionales mayores de 40 años con capacidades distintas a las de los jóvenes
· Verificar cuáles son aquellas carreras que están sobredimensionadas y cuáles requieren de tener más graduados para ofrecer al mercado privado (aplicar juntos sector público y privado un sistema de incentivos y de penalidades en base a lo que se necesite. La carrera gratuita debe estar supeditada a zonas donde haya escasez de profesionales y las carreras donde hayan menos graduados de los que se necesitan becarlos para que terminen la carrera)
· Puntuar las carreras en base a lo antes mencionado para que el país invierta en educación de calidad y necesaria para el mercado privado y que eso posibilite que el Estado pueda obtener ganancia futura (en algunos países el graduado debe devolver algo de lo obtenido en forma gratuita como profesional para que se haga una rueda. Algo similar a lo que ocurre con las Start Up cuando se desarrollan y crecen obteniendo ganancia)
· Las personas no residentes en el país deben pagar un importe mensual que permita abaratar costos para el graduado local, que a su vez permita tener presupuestos para las áreas de investigación
· Las áreas de investigación deben permitir iniciativa público privada para mejoras estructurales, para desarrollo profesional y de nuevos productos y servicios, como en lo tecnológico